Científicos: Tejido fetal es esencial para investigaciones

Científicos: Tejido fetal es esencial para investigaciones

En esta foto del 10 de agosto de 2015, el doctor Akhilesh Pandey, investigador de la Universidad Johns Hopkins, posa junto a un espectrómetro de masas en su laboratorio en Baltimore. Pandey emplea tejido adulto y fetal en sus investigaciones, que apuntan a la detección precoz del cáncer. (AP Foto/Patrick Semansky)

Boston. El escándalo suscitado en el Congreso en torno a la organización de planificación familiar Planned Parenthood ha provocado un debate sobre el uso de tejidos fetales provenientes de fetos abortados en la investigación médica, pero desde hace décadas los científicos los emplean para crear vacunas y tratar una gama de enfermedades, desde la ceguera hasta los trastorno neurológicos, el cáncer y el sida.

Los activistas contra el aborto provocaron el escándalo al dar a conocer videos de funcionarios de Planned Parenthood, los cuales darían a entender que la organización obtiene ganancias de la venta de tejidos fetales.

Planned Parenthood lo niega, y asegura que cobra tarifas para cubrir los costos. Laboratorios universitarios que compran esas células defienden sus investigaciones.

Afirman que esos tejidos, que de otro modo serían descartados, cumplen un papel crucial en progresos médicos que han salvado vidas y existe el potencial para lograr nuevos e importantes avances.

Las células fetales se dividen rápidamente, se adaptan con facilidad a nuevos ambientes y son menos susceptibles al rechazo que las células adultas cuando se las trasplanta.

“Si no se permite a los investigadores trabajar con tejidos fetales, hay una enorme lista de enfermedades para las cuales la investigación sería más lenta que rápida en la búsqueda de sus causas y modos de curación”, dijo en un correo electrónico la vocera de la Universidad de Stanford, Lisa Lapin.

Entre 2011 y 2014, 97 instituciones de investigación —principalmente universidades y hospitales— recibieron 280 millones de dólares en subsidios de los Institutos Nacionales de Salud para las investigaciones con tejidos fetales.

El gobierno prohíbe la venta de tejidos fetales con fines de lucro y obliga a separar a los investigadores de las mujeres donantes. Algunas instituciones van más allá y exigen declaraciones formadas por las donantes.

Muchas grandes universidades se negaron a que sus científicos den entrevistas sobre su trabajo con los tejidos fetales ya que dijeron temer por su seguridad.

En medio del escándalo de Planned Parenthood, algunos republicanos intentaron en vano despojar a la organización de sus fondos federales. Algunos investigadores usan tejidos fetales para estudiar la biología celular y el desarrollo humano.

Otros los emplean para elaborar tratamientos para el sida.

La investigación de lesiones de la médula espinal y la degeneración macular, que provoca ceguera parcial, incluye el trasplante de células fetales a los enfermos.

Ultimamente, en Europa se introduce tejido fetal en el cerebro de enfermos del mal de párkinson, un método que anteriormente dio resultados diversos.

Algunos científicos buscan alternativas al tejido fetal, tales como células adultas “reprogramadas” a sus formas anteriores.

Pero esas técnicas están en desarrollo y algunas áreas seguirán dependiendo del tejido fetal.

Las vacunas están entre las principales beneficiarias de la investigación con tejido fetal.

Las más recientes para hepatitis A, rubéola, varicela y rabia fueron creadas con cepas de células tomadas de tejidos de dos abortos voluntarios, uno en Inglaterra y otro en Suecia, realizados en los años 60.

La rubéola “provocaba 5.000 abortos espontáneos anualmente hasta un año antes de la vacuna”, dijo el doctor Paul Offit, especialista en enfermedades infecciosas en el Hospital de Niños de Filadelfia.

“Sin esas células no habríamos salvado tantas vidas”.

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