Cientos acuden a recibir fundas

<p>Cientos acuden a recibir fundas</p>

POR YNDIRA CONCEPCIÓN
Bajo un ardiente sol y sofocante calor, cientos de personas de diversos sectores marginados de la capital se disputaban un lugar en las filas que se organizaron desde tempranas horas de la mañana del viernes frente a la Fundación Joaquín Balaguer para recibir las tradicionales «funditas» que entregan para la Navidad.

Hombres, mujeres y niños de Guachupita, Gualey, Las Cañitas, El Tamarindo, 27 de  febrero y otros sectores de la capital se aglomeraron desde la medianoche, en espera del obsequio, que contenía una funda de arroz de dos libras, un potecito de aceite de 8 onzas, un par de manzanas, una funda de harina de maíz, dos latas de habichuelas, una botella de ron, otra de vino, pasta de tomate, un pollo y dulces navideños.

Con una inversión de 30 millones de pesos procedentes del sueldo aguinaldo de los legisladores, síndicos, regidores y la colaboración de empresarios y amigos de la familia Balaguer, seis furgones de 40 pies contenían las 100 mil fundas que se entregarían a los más pobres. 50 mil serían entregadas frente a la sede de la Fundación y en Santo Domingo Este, Norte y Oeste, y las restantes a  nivel nacional.

Ramón Rogelio Genao, vocero del bloque de Partido Reformista y quien estaba al frente de la entrega, explicó que «los amigos y familiares de Joaquín Balaguer han querido mantener la tradición de entrega de alimentos en tiempos navideños  a personas de escasos recursos, sin mirar bandería política».

Dijo que la donación de las fundas se inició ayer en la zona fronteriza y se extendió a diversas provincias del país de manera simultánea, continuando mañana en San Pedro de Macorís.

Exclamaciones como «yo voy ahí”, “quítate que yo llegué primero” y otras eran repetidas una y otra vez durante la jornada, que se extendió desde las 6 de la mañana hasta pasadas las dos de la tarde. La actividad tuvo lugar en la esquina Caonabo y Mahatma Gandhi, en Gazcue.

El «tigueraje» no se hizo esperar, sin atender edad ni condiciones físicas. Las embarazadas se aprovecharon de su condición para no hacer filas y agenciarse hasta dos fundas. Doña Amelia Valdez, de 68 años y residente en El Tamarindo, en Santo Domingo Este, dijo que estaba desde las 6 de la mañana y todavía a las diez no había recibido ni una funda.

Mujeres que evidentemente no acudieron para beneficiarse de la operación «Moño Bonito» se cambiaban las blusas, se quitaban los zapatos y recogían el pelo para tratar de pasar desapercibidas y colarse en la fila para lograr otra funda.

Ni los militares a cargo pudieron impedir los constantes «asaltos» de la gente, rompiendo fila y corriendo en pos de la parte trasera de uno de los furgones donde se repartía las fundas que obligaron a los organizadores  a  cerrar la puerta del trailer, mientras se calmaba la desesperada multitud.

En la repartición se vió de todo, desde empleados del Ayuntamiento del Distrito Nacional con sus uniformes hasta  motoristas, policías linces y demás buscando sus fundas.

Miguel Angel Fabián, un niño de 11 años, estaba hecho un mar de lágrimas porque estaba desde las 5 de la mañana y eran las 10:45 y no había conseguido nada. Contó que su madre estaba con uno de sus seis hermanos donde el médico y lo había mandado a buscar una «fundita» para la cena de Nochebuena y no sabía que hacer, porque no se quería ir sin su encomienda. Ramón Rogelio Genao terminó con la desesperación del niño y le entregó su anhelado regalo.

Para el Día de Reyes, la Fundación Joaquín Balaguer pretende regalar juguetes a niños de barrios pobres.

Abundaron las proclamas resaltando la figura del fenecido líder reformista. Una señora no se cansó de gritar «Balaguer, tu espíritu esta aquí. Tu eres mi papá.», mientras pedía su canasta.

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