POR LLENNIS JIMÉNEZ G.
El coordinador nacional de la Pastoral Penitenciaria de la Iglesia Católica, fray Arístides Jiménez Richardson, dijo ayer que cientos de personas que han cumplido una condena por algún delito o crimen, acuden diariamente a las oficinas de la pastoral en busca de ayuda.

Jiménez Richardson solicitó al Estado intervenir en esta situación y disponer que las fichas de las personas que cumplieron sus condenas se preserven solo para controles en las instituciones que velan por la seguridad nacional. El reverendo se pronunció en contra de la exclusión y la vejación social que pasan las personas que luego salir de las cárceles se les priva de un empleo debido a las fichas que de por vida les mantiene la Procuraduría General de la República.

Afirmó que por caprichos políticos y de otras índoles es que en muchas ocasiones se tienen las fichas que a los individuos les impiden ejercer sus derechos sin trabas.

Dijo que los excarcelados, que casi siempre son hombres, son rechazados socialmente.

Indicó que cuando consiguen un trabajo, luego de la temporada de prueba se les suele informar que deberán prescindir de sus servicios por situaciones que no les son explicadas, o se les dice que los llamarán después, por lo que de inmediato entienden que fueron depurados en la Procuraduría, donde se encuentran sus fichas.

Fray Jiménez Richardson expresó, en ese sentido, que para la Pastoral Penitencia es de gran preocupación que ex presos después de haber cumplido su condena en los centros penitenciarios, al salir a las calles no se les dé la oportunidad de integrarse a la sociedad de manera igualitaria.

Consideró que con este proceder se viola el estado de los principios fundamentales, que son los derechos humanos.

Opinó que la persona que ha pagado en la cárcel por un crimen o delito cometido, es una manera de resarcirle a la sociedad. “Y, por ende, debe ser tomada en cuenta y que así se le borren las frustraciones que trae de los centros donde guardó prisión”.

El reverendo lamentó que los ex internos reciban un trato vejatorio por haber guardado prisión, tras manifestar que con esta actitud, son juzgados nuevamente por un hecho que ya pagaron, “contraponiéndose a lo establecido en el artículo 8, numeral 2, literal h de la nuestra Constitución”.

El coordinador de la Pastoral Penitenciaria señaló el cambio que dan algunas personas presas, al punto que hay quienes obtienen títulos académicos, sin embargo, al salir de prisión y procurar un empleo, se encuentran con que están impedidos por una ficha que “los mantiene como muertos civiles”.