Aunque son espacios para muertos, decenas de personas dan vida a los cementerios en vísperas del Día de los Fieles Difuntos, que se conmemora mañana, unos  limpiando las tumbas de sus seres queridos, otros ofreciendo sus servicios para ganar algo de dinero,  y los que “se la buscan” con la venta de flores, velas y velones.

Aunque se observa algún esfuerzo de los ayuntamientos por rescatar los cementerios de las malezas, la inseguridad y otros males, todavía falta mucho, por lo que las protestas de los deudos no se hace esperar ante la presencia de los reporteros.

En el cementerio Cristo Redentor, el más grande del Distrito Nacional, varias brigadas limpiaban en el interior, sin embargo, se observan tumbas en total abandono, las calles, a pesar de que hace un año iniciaron su reparación, no han sido terminadas.

La capilla, próximo a la entrada principal, sigue deteriorada, de tal manera que hasta los zócalos del alumbrado fueron robados, ni hablar de los cristales, al parecer destruidos a pedradas.

Las hermanas Teresa y Emma Gómez, a pesar de sus edades avanzadas, limpiaban ayer el panteón donde reposan los restos de su madre.

Denunciaron que llegaron temprano al lugar a desyerbar y a limpiar el panteón, pero se moletaron cuando vieron que el candado de la puerta había sido robado, lo que ha ocurrido en varias ocasiones.

Donde no hubo quejas fue en los cementerios Máximo Gómez y  Cristo Rey, lugares que no tienen espacio para nuevas tumbas, a menos que tengan panteones propios.

En el Cristo Salvador,  en Santo Domingo Este, próximo a San Isidro, brigadas del ayuntamiento llevan varios días quemando las maleza con químicos, lo que algunos, como Rafael Peralta, de visita en el lugar, consideran dañino al medio ambiente y una  forma errada de paliar la situación.

Milta Núñez, quien se encontraba en plena labor de limpieza en el panteón de la familia, en la manzana MM9, en el Cristo Salvador, deploró el abandono en que se encuentra el camposanto, historia que repite cada año. Las calles parecen caminos vecinales.

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Cada año

Como cada año, para esta fecha, las vendedores de flores, velas y velones ocupan las entradas de los camposantos, negocio que toma más fuerza a partir de hoy, víspera del  Día de los Fieles Difuntos, cuando gran parte de los familiares acuden a rendir culto a quienes fueron sus seres queridos. En años anteriores los cementerios estaban tan abandonados que hasta los ganados pastaban en ellos.