MADRID. EFE. Los Reyes, el jefe del Ejecutivo José Luis Rodríguez Zapatero y las más altas autoridades del Estado despidieron al ex presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, en el Congreso de los Diputados, donde se instaló la capilla ardiente que hoy visitan cientos de ciudadanos.

El féretro con los restos mortales del segundo presidente de la democracia española y el primero que ha fallecido, fue recibido en las puertas del Congreso (sede de la cámara baja) por Rodríguez Zapatero y los titulares de las dos cámaras del parlamento, José Bono y Javier Rojo, respectivamente.

Allí se dieron cita las más altas autoridades del Estado, como la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, y el jefe del Estado Mayor del Ejercito, el general Félix Sanz Roldán, así como los miembros del Gobierno y líderes de los distintos partidos políticos.

Los Reyes Juan Carlos y Sofía, -acompañados por el príncipe Felipe, heredero de la Corona española, y su esposa, la princesa Letizia-, presidieron los actos celebrados en memoria del ex presidente en la capilla ardiente, instalada en el Salón de Pasos Perdidos del Congreso.

Tras dar el pésame a la viuda e hijos, el monarca depositó sobre el féretro, cubierto con la bandera española y escoltado por soldados de los tres Ejércitos y la Guardia Civil, el Collar de la Real y Distinguida Orden de Carlos III.

Para el Rey “ha muerto un gran español, un gran hombre de Estado, un demócrata y una persona muy querida”, según una declaración difundida ayer por la Casa real.

Las frases

Rey Juan Carlos

Nunca olvidaré su encomiable entrega al servicio de España durante tantos años, su impagable contribución a nuestra Transición, su labor para situar a España en el lugar que le corresponde en el mundo, y su probada y permanente lealtad a la Corona”.