Cientos de familias regresan a riberas ríos Ozama e Isabela

Cientos de familias regresan a riberas ríos Ozama e Isabela

POR JUAN M. RAMIREZ
Cientos de familias que fueron evacuadas de las márgenes de los ríos Ozama e Isabela, a raíz del paso de la tormenta tropical Noel, volvieron a sus lugares exponiendo sus vidas  nuevamente ante el peligro que representa el vivir en  esa zona.

Las familias, que hace dos semanas tuvieron que ser evacuadas, decidieron represar a pesar de que el Gobierno se comprometió a reubicarlas en lugares seguros.

Durante un recorrido realizado por reporteros de HOY por las márgenes de los ríos señalados no se observó vigilancia de las autoridades para impedir que las familias retornaran a  la vulnerabilidad.

 En la tarde de ayer niños, mujeres y  ancianos se desenvolvían dentro de la misma insalubridad y precariedades que caracterizan los barrios La Ciénaga, Los Guandules, Gualey, Simón Bolívar y La Zurza.

En el recorrido por las aguas de ambas afluencias, muchos reparan sus casuchas afectadas por las crecidas provocadas por Noel, que en esa zona no cobró muchas víctimas por la rápida intervención de los organismos de socorro.

En algunas casas, sobre todo en la parte de La Ciénaga, de Los Guandules y la parte baja de Gualey, algunas familias  no ha podido regresar porque todavía sus viviendas están llenas de agua y lodo.

Estas esperan la ayuda prometidas de las autoridades de reubicarlos en otro lugar donde puedan vivir dignamente.

Analís Santos, del Comité para la Defensa de los Derechos Barriales (COPADEBA) en La Ciénaga y Los Guandules, expresó que la zona no está en condiciones míninas para ser habitadas, al tiempo que insta a las autoridades a cumplir con las promesas del Presidente de la República de que nadie vivirá en zonas de alto peligro.

 Consideró que ha habido un mal manejo con los afectados por los efectos del fenómeno de la naturaleza, ya que no se ha tomado en cuenta a quienes se alojaron en casas de familiares y amigos.

Según la dirigente comunitaria son más los que se protegieron en casas de particulares que los que fueron a los refugios habilitados por los organismos de socorro.

Domingo Bueno Paulino, de la Coordinadora de Organizaciones de La Ciénaga y Los Guandules, atribuyó la baja cantidad de víctimas  en esos lugares al trabajo de prevención de los grupos comunitarios, quienes desde que se ofreció la alerta comenzaron a evacuar a las familias que viven más cerca del río.

Señaló que los damnficados fueron llevados a las escuelas Virgen del Carmen, en La Ciénaga  y Domingo Savio en Los Guandules, donde tuvieron durante varios días.

Sin embargo, cuando las aguas de los ríos bajaron la mayoría decidieron volver a sus lugares de origen.

Lamentó que las autoridades carecieran de un plan que evite que personas habiten prácticamente encima de los ríos.

Varias casas tienen sus retretes sobre las aguas de los ríos, lo que contribuye a agravar la contaminación y las enfermedades respiratorias y diarreicas.

 Estimó que si los diferentes gobiernos hubieran tomado en cuenta el Plan Cigua, preparado por las organizaciones comunitarias y Ciudad Alternativa en 1998, la historia hoy fuera diferente.

Dijo que los millones de dólares que se han invertido en estudios para el saneamiento de la zona no han servido, ya que la situación se agrava cada día, porque más personas se suman a la vulnerabilidad.

 El director del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), coronel Juan Manuel Méndez García, aclaró que no es responsabilidad de ese organismo impedir que las familias damnificadas regresen a los lugares vulnerables.

Explicó que eso corresponde   otros organismos del Gobierno.

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