Washington, (AFP).- Cientos de miles de haitianos que quedaron sin hogar por el sismo de enero corren el peligro de un desalojo «brutal» de campos de refugio, un atropello del que es cómplice el gobierno, denunciaron este martes ONG ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Los cerca de un millón y medio de haitianos que siguen ocupando campos provisionales a casi 10 meses del terremoto, «viven como animales acosados con la amenaza de una expulsión ilegal y brutal», afirmó Mario Joseph, dirigente de la Oficina de Abogados Internacionales en Puerto Príncipe.

 Hasta el momento más de 30.000 personas han sido obligadas a desalojar campamentos sin contar con un lugar a dónde ir y «otras 144.000 personas se enfrentan a la amenaza de desalojo inminente», dijo por su parte la directora del Centro de Leyes y Políticas para Respuesta a Desastres, Kathleen Bergin.

«El gobierno de Haití ha tenido un papel importante en los desalojos en vez de garantizar esos derechos», dijo Joseph, durante la audiencia en la CIDH, a la que no asistió ningún representante del gobierno de Puerto Príncipe para dar su posición.

Las ONG denunciaron que personas que dicen ser los propietarios de las tierras se presentan acompañados de policías y algunas veces de legisladores y derriban campamentos enteros. Según cifras de las organizaciones, cerca de 1,9 millones de personas o un 15% de la población haitiana fue desplazada tras el terremoto del 12 de enero, que también dejó 230.000 muertos, y el gobierno haitiano sigue sin ofrecer alternativas para las personas sin techo.

 «El pueblo haitiano está sumido en una situación casi de bestialidad y el gobierno no hace nada», dijo Joseph.