La actividad es organizada por el Cuerpo del Bomberos del Distrito Nacional y busca llevar alegría a pequeños y adultos

Cientos de niños acompañados de sus padres y abuelos participaron ayer en el tradicional desfile con los Reyes Magos, que cada año realiza en esta fecha, el cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional.

El recorrido, encabezado por los tres reyes magos: Melchor, Gaspar y Baltasar, personificados con el propósito de atraer la atención del público y llevar alegría, sobre todo a los niños, inició en la sede de los Bomberos, en la avenida Mella, esquina Palo Hincado.

A sus paso por las calles de la Ciudad Colonial y zonas aledañas, los Reyes Magos, personajes que según el relato bíblico llevaron regalos al niño Jesús, iban entregando golosinas a los pequeñitos que acompañaban la marcha y a los que esperaban en las aceras, esquinas y balcones.

En el recorrido los Reyes Magos, que llevaban trajes vistosos, evocaron el trayecto realizado para llevar oro, incienso y mirra al recién nacido niño Jesús.

El director de Bomberos, general José Luis Frómeta, destacó el apoyo recibido por la alcaldía del Distrito Nacional, para la realización de ese evento, que recordó es una tradición de la capital, con más de siete décadas de celebración, previo al Día de Reyes.

Esta es una actividad que lleva alegría, no solo a los niños, sino también a los adultos que participan de la caminata. Por eso es que cada año se incrementa la participación de persona que asisten al recorrido”, expresó Frómeta.

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Contrario a la afirmación del director de Bomberos, David Martich, alias Chespirito, aseguró que la cantidad de personas que asistieron al desfile fue muy inferior a otros años.

“Yos tengo 73 años de edad y mis padres me traían desde que tenía tres, pero nunca había visto tan pocas personas en el desfile como este año”, sostuvo Chespirito, quien considera que la baja concurrencia de asistentes es debido a que la gente ha estado perdiendo la tradición de esa importante celebración.

El desfile salió por la calle Emilio Prud’Homme, luego tomó las avenidas México y Duarte, hasta las calles Arzobispo Meriño y El Conde hasta volver a la sede de los Bomberos.