SAN CRISTÓBAL. En medio de precariedades, entre éstas, la falta de agua potable e instalaciones eléctricas y sanitarias, reciben docencia los niños del nivel inicial de la escuela básica San Rafael, ubicada en el kilómetro 2 de la carretera Sánchez, en la zona Oeste de esta ciudad.
El plantel, que funciona hasta el quinto curso, en las tandas matutina y vespertina, está alojada desde el año 1982 en una casa de tabla de palmeras y otros materiales y techada de zinc, ya en malas condiciones debido a la inclemencia del tiempo.
El dirigente comunitario Álvaro Guerrero (El Bravo), dijo que uno de los graves problemas que afectan a este plantel es el sofocante calor, que en ocasiones ha provocado desmayos en algunos niños, obligando a los maestros a despachar antes del horario establecido para cumplir con la misión 1000 X 1000.
En este local en franco deterioro funcionan dos aulas llenas de niños que llegan desde temprana horas de la mañana procedentes de diez sectores pobres de esta ciudad, entre ellos Villa Linda, La Coquera, Los Multis, Ana María Ramírez, El Buen Pastor, Canastica, San Rafael y Nueva Esperanza.
Gran parte de esos niños tienen que que cruzar la carretera Sánchez, según señaló el dirigente comunitario.
Una larga lucha
Guerrero explicó que la junta de vecinos y la sociedad de padres y amigos de la escuela llevan alrededor de 30 años realizando gestiones para adquirir los terrenos donde se pueda levantar una edificación que permita matricular la real población estudiantil de estos sectores, que, según afirmó, sobre- pasa los mil niños.
Aunque hay 120 ó 125, esos no son. En este barrio hay muchos padres que por las condiciones de la escuela, envían sus hijos a otros centros educativos, y peor aún, hay quienes prefieren que se queden en casa antes de enviarlos a esta escuela, expresó la profesora Virtudes de León, directora del plantel, quien lleva 19 años laborando en este lugar.
Las autoridades
Guerrero señaló que las autoridades de la Secretaría de Educación tenían conocimiento de la situación desde hacía alrededor de 20 años, pero no había podido ser solucionado debido a la falta de recursos para la compra de los terrenos.
En ese sentido, señaló que es necesario construir un nuevo plantel para poder dar cabida a la gran cantidad de niños en edad escolar residentes en los diferentes sectores.
Buscan recursos
Los dirigentes comunitarios llevan a cabo jornadas de recolección de recursos económicos para adquirir los terrenos donde se pueda levantar la nueva escuela.