La emblemática calle Las Damas de la Ciudad Colonial recibió este pasado fin de semana a cientos de visitantes que se dieron cita al desarrollo de la Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2022 (FILSD) edición número 24 con la extrañeza de pabellones y casetas que esperaban todavía ser abiertos.

En medio de un público entusiasta que disfrutó del espacio cultural, encargados de los estands mostraron a este diario inconformidad por el riesgo de sus libros tras las amenazas de lluvia debido a que las lonas presentan rupturas por la presión del agua y además aludieron disgustó por la pobre organización de una logística en cuanto a montaje que debió estar lista a su juicio hace dos meses.

“Tres días después se está todavía remendando, no creo que sea por el clima, si hasta la semana pasada fue que llovió” refutó Miguel Ángel Pichardo Jiménez dueño de un estand.

Un episodio alterno muestran los encargados de marcas de comida rápida quienes argumentan descontentos por la falta de electricidad en su asiento en la Fortaleza Ozama y Plazoleta España donde deben valerse de plantas eléctricas para brindar el servicio.

Mas para quienes visitan la feria aislado de estas problemáticas, estos encuentran la ubicación de su programa en un lugar idóneo, una excelente opción obliga a la dominicanidad aprovechar y disfrutar de todo el simbolismo y cultura que ofrece la zona.

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“En una sola fila lo ves todo” expresó satisfecho Fernando Flaquero que desde La Romana y junto a su esposa asiste a la feria desde hace cinco años.

Público

La presencia de turistas fue notoria en la feria quienes recorrieron con agrado las instalaciones y disfrutaron de las actividades.

Asimismo hicieron presencia grupo de jóvenes de distintas instituciones y los más pequeños fueron guiados por sus padres.

Entre los espacios que cuenta el público para visitar están aquellos dedicados a “Carmen Natalia, Pedro Peix, la Unión Europea, autores dominicanos, el área infantil en el Museo Trampolín, la Editora Nacional, la Comisión Nacional de Efemérides Patrias, el Ministerio de Defensa, las editoriales Bonó, Nacional e Isla Negra, el Politécnico Loyola y la Casa de los Jesuitas, a los que se irán añadiendo más espacios paulatinamente, conforme vayan concluyendo las labores de adecuación” según información de la Dirección General de las Ferias del Libro del Ministerio de Cultura.

Aunque las expectativas de ver abarrotado de personas al llamado del lema “ven al libro” es notorio que a medida que pasan los días acrecienta el cúmulo de visitantes a la feria.