Cuenca del rio Cabón, afluente del rio Ozama, es un rio que desconecta a los moradores de rancho arriba con la Ceiba , ya que este rio por su creciente cada vez que llueve, tapa el puente que conecta ambas comunidades ,en foto Reyes Ramírez. Hoy/ Arlenis Castillo/10/06/2021
Para adquirir alimentos y medicinas tienen que tomar una yola que prestó Medio Ambiente
La odisea de quedar atrapados entre dos ríos, El Cabón y el Ozama, se repite una y otra vez para quienes habitan la comunidad de Rancho Arriba, en el distrito municipal de La Victoria, en Santo Domingo Norte (SDN) quienes quedan aislados de localidades como La Ceiba, Los Castillo y Reventón.
Unas cien familias y alrededor de 500 personas llevan una semana aisladas de sus vecinos de La Victoria debido a la crecida de los afluentes citados, por lo que quienes tienen una urgencia deben arriesgarse en una yola prestada por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Ayer envejecientes que tenían que salir al médico se vieron obligados por la circunstancia a tomar la yola, porque de lo contrario tendrían que esperar la muerte en sus casas.
Tal fue el caso de Francisco Mambrú, con 80 años, quien narra que el calvario de quedar incomunicados de las demás comunidades se produce tres y cuatro veces al año, pero son ignorados históricamente por los diferentes gobiernos.
Expone que el único vehículo con que cuentan es una pequeña yola que donó hace casi 20 años, el fenecido Daniel Lois, quien fue el primer alcalde de Santo Domingo Norte (SDN), pero ya está podrida, y hace pocos se hundió llena de personas que se salvaron milagrosamente.
“Me vi en la obligación de montarme en esta yola porque se acabaron los medicamentos, soy diabético y complicaciones en la columna y una hernia, si no salgo me muero en la casa”, expresó con impotencia y triste Mambrú.
De su lado, Manuel Antonio Mañón, también de la sección Rancho Arriba, se dedica a la seguridad, pero para poder cumplir con su labor tiene que tomar el transporte acuático, es imposible hacerlo por tierra.
Dijo que un cable de electricidad que en ocasiones utilizan las personas para cruzar el río Cabón cuando están crecido se partió.
Mañón habló mientras se disponía a cruzar desde la comunidad de Manatí, donde dejó una motocicleta, hacia Rancho Arriba.
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Pasan penurias
Reyes Ramírez, es propietaria de un pequeño colmado en Rancho Arriba, expone que pasa la de Caín cuando el río crece, debido a que tardan tres y cuatro semanas incomunicados. Para abastecerse de mercancías básicas debe tomar la yola, con todo el peligro que implica, además de que hay que pagar por el transporte. Ayer el río Cabón se conectó con el lago Manatí, uno de los tantos que existen en la zona y que forman parte de Los Humedales del Ozama. Reporteros de este diario llegaron ayer en yola hasta el colmado de Reyes Ramírez, casi sin mercancías.