POR FERNANDO QUIROZ
Los funerales del ex vicepresidente de la República, Jacinto Peynado, se iniciaron ayer en el país luego que sus restos llegaron desde Miami, donde falleció hace 10 días a causa de un cáncer de colon. Será sepultado hoy a la 1:00 de la tarde luego que reciba los honores en el Congreso y el Palacio nacionales.

El ataúd con los restos de Peynado, cubierto por una Bandera Nacional, fue expuesto por seis horas en el Palacio de los Deportes, de 2:00 de la tarde a 8:00 de la noche.

A las 9:30 de la mañana de hoy serán llevados al Congreso Nacional, a las 11:30 al Palacio Nacional y a la 1:00 de la tarde se estima serán sepultados en el cementerio Cristo Redentor, informó Ruth Delania Almonte, encargada de prensa.

Cientos de personas desfilaron para solidarizarse con la familia Peynado Álvarez, integrada por la viuda, Margarita Álvarez, y sus hijos Jacinto Enrique, Laura, Ángela Margarita y Manuel, el menor que procreó la pareja.

A las 5:00 de la tarde, el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y monseñor Agripino Núñez Collado, oficiaron una misa de cuerpo presente.

Los religiosos expresaron solidaridad a la familia Peynado, que estaba en primera fila, y pidieron continuar orando por el eterno descanso del empresario y político que murió a las 63 años de edad, a las 5:00 de la madrugada del pasado día 8.

«¡Ay mi vida! Uno está traspasado del dolor. Despidiéndolo con alegría porque se fue para el cielo, pero no es fácil, no es fácil», expresó a HOY llorando Margarita Álvarez viuda Peynado.

Peynado permaneció por un año y dos meses en Miami. Durante ese período vino al país en dos ocasiones por escaso tiempo. El tratamiento médico a que fue sometido incluyó tres cirugías en el hospital Monte Sinaí.

Fue vicepresidente de la República desde el 1994 hasta el 1996, época en que el período presidencial del extinto Joaquín Balaguer fue reducido a dos años tras la denuncia de fraude electoral formulada por el fenecido líder perredeísta José Francisco Peña Gómez.

También fue senador del Distrito Nacional en dos períodos por el mismo Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) que lideró Balaguer.

En el año 1996 fue candidato a la Presidencia de la República, pero se quejó de que no recibió la ayuda del doctor Balaguer, quien en segunda vuelta electoral apoyó abiertamente a Leonel Fernández quien finalmente resultó ganador.

En tanto, en marzo del 2003 perdió las elecciones internas de su partido. En ese proceso fue proclamado candidato Eduardo Estrella, en medio de sus denuncias de irregularidades y petición de nuevas primarias. Estrella perdió las elecciones generales del presidente Leonel Fernández, al igual que Hipólito Mejía quien buscaba la  reelección.

Tras las primarias del PRSC Peynado se negó a aceptar la candidatura de Eduardo Estrella, la que consideró elegida de manera fraudulenta, y en la pasada campaña política apoyó al doctor Leonel Fernández, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Por esta razón, junto a los dirigentes que lo apoyaron, fue expulsado del PRSC pero tras su muerte fue reintegrado.

Peynado fue un reconocido empresario del ramo agroindustrial y de vehículos.

Ayer, por el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto, del Centro Olímpico, desfilaron renombrados empresarios y dirigentes políticos de los principales partidos.

Oficiales militares se alternaron la guardia de honor y al momento del ingreso al Palacio de los Deportes le rindieron los honores correspondientes a su condición de ex vicepresidente.

Asistieron el presidente del PRSC, Federico Antún Batlle; Johnny Jones, secretario político; el ex presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Hatuey de Camps; el abogado Marino Vinicio Castillo, el canciller Carlos Morales Troncoso, el secretario de la Presidencia, Danilo Medina.

También Donald Reid Cabral, el general Luis María Pérez Bello, ex jefe del cuerpo de ayudantes militares del presidente Balaguer; los jueces de la Junta Central Electoral (JCE), Luis Nelson Pantaleón y Rafaelina Peralta.

Varios libros de condolencias fueron llenos con las firmas de las personas que acudieron a solidarizarse con los deudos. El cadáver había llegado en la mañana por el aeropuerto Las Américas.

El ataúd con los restos de Peynado fue mantenido cubierto con una Bandera Nacional y el cadáver no fue expuesto al público.

El cardenal López Rodríguez resaltó los aportes de Peynado al país desde los importantes puestos que ocupó.

«Hay que despedir al amigo, pariente, ciudadano», agregó el Arzobispo de Santo Domingo.

Mientras que decenas de mujeres, algunas exhibiendo suéteres con el rostro de Peynado, interpretaban cánticos religiosos y lloraban la pérdida de su líder político.

«En la arena, he dejado mi barca, junto a tí, buscaré otro mar…», cantaban tristes, con ojos humedecidos, numerosas mujeres en medio de la misa.