Cientosde  vacacionistas abarrotan balnearios del Norte y Cibao vigilados por socorristas

Cientosde  vacacionistas abarrotan balnearios del Norte y Cibao vigilados por socorristas

Bonao, monseñor Nouel. Bajo la celosa vigilancia de los organismos de socorro, miles de vacacionistas  abarrotaron ayer los balnearios de esta provincia y La Vega,  donde comida y bebida en manos  disfrutaron de los ríos   a ritmo de salsa, bachata, merengue y reggaeton.

En las zonas para bañistas de los ríos Masipedro, Camellón y Fula daba la impresión de que la cantidad de personas superaba el agua disponible. Sin embargo, eso no fue obstáculo para que desde media mañana comenzara el desfile de gente con grandes calderos   e ingredientes para cocinar el tradicional ‘locrio en leña’  y pequeñas parrillas para asar carnes.

Igual situación, pero con una ligera disminución de vacacionistas, se pudo observar en La Vega, donde hasta entrada la tarde no se había registrado ningún hecho lamentable en los ríos autorizados por las autoridades como Acapulco y Bayacanes.

En ambas provincias, agentes policiales y miembros de organismos de socorro verificaban que a los ríos no entraran personas armadas ni con botellas de vidrio, salvo muy limitadas excepciones con los envases, lograron su propósito porque la gente colaboró.

Poca higiene

En medio del disfrute,  muchos de los que acudieron a cocinar sus alimentos a orilla de los ríos dejaban  los desperdicios en el lugar y, sin ningún pudor, arrojaban al agua restos de carnes y arroz cocidos bajo la excusa de que “eso se lo lleva el río”, como respondió una que lo hizo.

Pocos desde la capital.  En  los balnearios visitados se pudo notar una baja en el flujo de personas que viajaron desde la capital. La mayoría de visitantes provenían de ciudades cercanas como Santiago y Cotuí. Sólo en Masipedro se informó que unos cinco autobuses llegaron con capitaleños.

A lo largo de la autopista Duarte, miembros  de la  Defensa Civil y AMET ondeaban  banderines naranja y azul  como señal de prudencia  a los conductores. Se pudo notar, además, la presencia, a distancias moderadas, de ambulancias de Salud Pública y el  Cuerpo de Bomberos.  

Tanto en La Vega como en Bonao, los únicos comercios abiertos  eran los de comidas y bebidas, pero los  lugareños aseguran que aunque allí se disfrute del asueto, la gran mayoría  reserva el espacio para  Dios.

En Puerto Plata

La asistencia de vacacionistas a las playas y ríos de la costa Norte mermó de manera considerable en relación al año pasado, debido a la crisis económica y al cobro de estacionamientos que las autoridades municipales dispusieron en muchos balnearios y  playas.

El poco flujo de bañistas locales y de pueblos aledaños provocó inconvenientes a vendedores informales de alimentos, así como a los propietarios  de restaurantes y hoteles.

El cobro de RD$30.00 por  hora a los conduc tores de vehículos y la prohibición de  estacionamientos a los lados de la carretera, con el propósito de  obligar  a conductores  de vehículos a pagar el arbitrio municipal, trajo como consecuencia que grupos de familias llegados de las ciudades de Moca, Santiago de los Caballeros y otros pueblos cercanos optaran por marcharse a Sosúa y otras playas de la provincia.

De inmediato, el presidente de la Asociación de Desarrollo de Cabarete, el inversionista Lorenzo Sancasanni, calificó la medida del cobro municipal como una locura que crea incertidumbre y aleja a los vacacionistas  de las playas de Cabarete.

Manifestó Sancasanni que el director de la junta del distrito municipal de Cabarete, Eddy Morfe, se ha convertido en una autoridad fiscalista, porque quiere obligar a todos los munícipes a pagar impuestos en un momento de crisis económica.

Los balnearios más frecuentados hasta ayer en la provincia de Puerto Plata fueron los charcos de Damajagua, en Bajabonico, del municipio de Imbert, unos 27 charcos de agua dulce que la gente disfruta al máximo.

Mientras tanto, muchas de  las playas existentes desde Sabaneta de Yásica hasta Estero Hondo, correspondientes a la provincia de Puerto Plata, lucieron vacías.

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