Cierran dos granjas de cerdos

Cierran dos granjas de cerdos

POR RICARDO RODRIGUEZ ROSA
LICEY AL MEDIO (Santiago).-
La Secretaría de Medio Ambiente ordenó el cierre definitivo de dos empresas que se dedican a la crianza de cerdos, de un total de 200 que existen en este municipio, porque contaminan los alrededores del Aeropuerto Internacional Cibao y de dos ríos que atraviesan la población.

El anuncio sobre la clausura del proyecto porcino Uveral, propiedad de la familia Alba y de la empresa “Don Lindo”, fue hecho por Max Puig, secretario de Medio Ambiente, durante una reunión donde buscaban soluciones a la contaminación.

El encuentro se realizó en el edificio del ayuntamiento y fue convocado por Andrés Van Der Horst, director del Departamento Aeroportuario, con el objetivo de buscar una solución al problema de contaminación que afecta a la terminal aérea.

Puig sostuvo que ninguna de las granjas operan con estudios de impacto ambiental y justificó la decisión contra esos dos negocios porque “Don Lindo operaba sin el permiso correspondiente de la Secretaría”.

Sobre la granja Uveral, dijo que fue cerrada porque sus propietarios se negaron a que fuera inspeccionada por técnicos de la Secretaría de Medio Ambiente. Manifestó que las 200 granjas que funcionan aquí, de acuerdo al informe técnico que recibió, se caracterizan “por su pésima operación y manejo, lo que significa escasa higiene, mala disposición final e indiferencia de los propietarios frente a los impactos de sus contaminantes”.

Entre las granjas inspeccionadas citó la Leysa, propiedad de Ignacio Taveras, dedicada al engorde de cerdos, con alrededor de 5,000 cabezas distribuidas en ocho naves, que forma lagunas que se rebosan por la cantidad de agua y materia orgánica.

También, la de Darío Arias, que no posee ningún tipo de sistema de tratamiento; la de José Collado, la de Ricardo Céspedes, que descarga en una laguna que colinda con la verja perimetral del aeropuerto y que está frente a la escuela de la comunidad Uveral.

Sobre el negocio “Don Lindo”, el secretario de Medio Ambiente lo definió como un matadero, cuyos residuos son vertidos en el mismo lugar y esparcidos en una laguna y con un área de yerba donde proliferan las moscas y otras alimañas, además de que fue construido sin permisos ambientales.

Se refirió, además, a la granja de Carlos Rodríguez que, como las demás, descarga en las verjas del aeropuerto y está muy próxima a las viviendas de Uveral y la misma situación comprobaron los técnicos de Medio Ambiente y Recursos Naturales, cuando inspeccionaron la propiedad de un señor sólo identificado como Liqui, así como en la de Rafael Arias.

Al referirse al proyecto porcino Uveral de la familia Alba, el doctor Puig destacó que cuenta con más de 5,000 cerdos de engorde, que descarga en laguna que rebosa y que los canales donde redescargan las aguas residuales, atraviesan la comunidad de Uveral y cruza por el lado izquierdo de la Iglesia Católica de la comunidad.

Según Puig, por su población de cerdos, por el recorrido que hace su descarga de desechos y por la magnitud de su emporio empresarial es, junto a la granja Leysa, “la que produce mayores dimensiones de impactos negativos a la comunidad”.

“Es interés destacar que, de todas las granjas inspeccionadas, ese proyecto porcino fue el único que ofreció resistencia a permitir que los técnicos realizaran las labores encomendadas por la dirección de la Secretaría, el sábado pasado en horas de la mañana”, sostuvo el doctor Puig.

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