Cierran escuela por traslado de maestro

Cierran escuela por traslado de maestro

POR MARIEN A. CAPITAN
VALLEJUELO, San Juan.-
Desde que terminó el año escolar pasado María Selena Montero Sierra y Raquel Sierra Romero, de ocho y nueve años de edad, no han vuelto a ponerse sus uniformes ni tampoco han tomado los libros y el cuaderno que solían llevar a la escuela: el centro escolar en el que estudiaba, la Escuela Básica Palma Cana, no fue abierto este año porque el profesor fue trasladado.

Como ellas, otros quince estudiantes se han quedado en sus casas porque no pueden recorrer los cinco kilómetros que los separa de las escuelas que están más cerca: la de Sonador y la de El Carril, dos centros educativos que están a cuatro y seis kilómetros de distancia, respectivamente.

Aunque es cierto que muchos niños hacen este tipo de recorrido cada día, la abuela de Montero y de Sierra, Bartolina Romero, manifestó que ella se opuso terminantemente a que las menores fueran a una de esas escuelas porque teme por la integridad de las dos menores.

“Esas escuelas están muy lejos y a esas niñas les cogería una hora y pico llegar. Eso es un peligro, no se puede mandar a dos niñas a caminar por la carretera desde la madrugada”, dijo Romero al tiempo de agregar que el trayecto que tendrían que caminar es muy solitario y está rodeado de montes.

Para colmo de males, Romero sostiene que la maestra de Sonador le dijo a un vecino que tiene a los niños de Palma Cana “entretenidos” pero que no podrá ponerle notas ni nada porque no tiene los registros.

Por otro lado, el presidente de la Asociación de Padres y Amigos de la Escuela, Roberto Sierra, explicó que el maestro titular de la escuela, José Pedro Encarnación, fue jubilado. Aunque de forma interina, posteriormente el profesor Samuel Pérez se hizo cargo de la escuela, que es un multigrado. “A Samuel Pérez supuestamente lo nombraron pero le han negado su posición. Tampoco han mandado a otro profesor. Según dicen él es uno de los profesores que ganaron el concurso y están esperando a que les asignen en qué centro trabajarán”, dijo Sierra.

En lo que lo que se sabe qué sucederá con el maestro y con la escuela, Montero y de Sierra continuarán esperando y verán cómo se aleja cada vez más su oportunidad de pasar del primero de primaria, un grado en el que todavía están a pesar de su edad. En este año escolar, al parecer, eso no será posible.

UNA HORA DE CAMINO

Wilson Encarnación y Luis Emilio Sánchez Encarnación, aunque parecen mucho más jóvenes, tienen 14 años y están en el de primaria están en sexto y quinto curso, respectivamente.

En su caso, aunque viven en Sonador, tienen  que trasladarse hasta El Carril porque en Sonador sólo imparten clases hasta el tercer grado. Cuando lleguen a sexto, los muchachos tendrán que ir a la Escuela de Cardón, que está ubicada a diez kilómetros de su casa.

A pesar de los muchos kilómetros que tendrán y desandar, el periplo de Encarnación y Sánchez no terminará ahí: en Cardón sólo podrán llegar hasta el octavo curso y en la zona no hay ningún liceo. Es decir, o se trasladan a San Juan de La Maguana o una comunidad cercano o no podrán terminar su escolaridad.

Mientras eso sucede, los muchachos juegan a ir a la escuela: caminan cerca de medio hora, se detienen, descansan y, si tienen suerte, encontrarán a alguien que les dé una bola hasta su destino. Si nadie los recoge, tendrán que caminar al menos media hora o cuarenta y cinco minutos más.

EL DIRECTOR REGIONAL

Cuestionado en torno a la escuela de Palma Cana, el director regional de Educación en San Juan, Julio César Bugué, dijo que ese centro fue cerrado oficialmente desde el año antepasado y el cierre contó con la autorización del director distrital de aquel momento, Alejandro Montero.

“El profesor fue cedido al ayuntamiento municipal para que maneje un minibús cargando estudiantes. ¿Qué se hizo con los estudiantes? Pasaron a la escuela más cercana, donde están recibiendo docencia. La dirección regional de Educación no ha tenido la oportunidad de nombrar a un solo maestro porque nos dejaron la nómina sobrecargada”.

Negando categóricamente que en la zona haya algún niño que esté recibiendo clases, Bugué señaló que está en disposición de hacer un recorrido por la zona para demostrar que tiene la razón.

Respecto a los más de cuatro mil estudiantes que están dejando de tomar al menos una de las materias de su curso porque el maestro que le daba clases fue ascendido a técnico y sacado de las aulas, Bugué aseveró que esa es una posición tremendista de los dirigentes magisteriales de la zona.

Para justificar sus palabras, Bugué dijo que en la Escuela de Jorgillo, de Vallejuelo, hay más tarjetas de las que se necesitan. Es decir, que hay más maestros de los debería. “Lo que hay es una mala administración de los recursos”, apuntó.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas