Cierran parque Enriquillo

Cierran parque Enriquillo

POR LLENNIS JIMÉNEZ
Para la remodelación de la avenida Duarte fue encargada ayer la empresa Joca, S.A., la que de inmediato empezó a cerrar el parque Enriquillo para instalar la base de operaciones y el almacén de los materiales de construcción.

En el parque será suspendida la celebración de todo tipo de actividades públicas.

El Ayuntamiento del Distrito Nacional reforzó ayer la seguridad policial en los alrededores del Parque Enriquillo y los agentes comandados por el capitán Aquino Valenzuela, están a cargo de la vigilancia del personal que realiza la obra, así como del cuidado de los equipos y los materiales para la construcción.

Al frente de los trabajos está el arquitecto José Cardona.

Sin embargo, permanecen instalado en la Duarte decenas de buhoneros, días después de que el Ayuntamiento del Distrito Nacional anunciara que todos los vendedores indemnizados debían abandonar la arteria comercial de inmediato.

Buhoneros consultados por reporteros de este diario precisaron que no han salido de la zona porque las autoridades municipales no han entregado el dinero previsto para indemnizar a unos 438 comerciantes, de los 618  que fueron censados.

Una gran parte de los buhoneros se retiraron de la arteria comercial, pero los que serán reubicados en la Plaza del Buhonero de la avenida Dan Martín tendrán que esperar algún tiempo hasta que la estructura sea remodelada.

Algunos de los buhoneros que el pasado jueves no operaron en el derredor del parque Enriquillo durante la apertura de los trabajos y que encabezó el presidente Leonel Fernández, este lunes volvieron a ocupar sus  puestos. Sobre  todo, los del lado de la avenida Duarte.

Vendedores de frutas, artículos religiosos y dulces  este lunes no han retirado sus mesas. Varios buhoneros explicaron que irán a la calle Caracas, donde será construido un paseo comercial, pero que no se les ha explicado dónde los llevarán en el transcurso de la obra.

El ingeniero de campo José Lora Fajardo explicó que el día de ayer lo destinarían a cierre del área perimetral del Parque Enriquillo, para lo que llevaron 250 planchas de cinc y 37 enlates.

Lora Fajardo declaró que tan pronto inicien los trabajos tendrá que suspenderse el comercio para poder despejar la zona.

De su lado, el capitán Valenzuela, quien hacía servicio junto al teniente Víctor Vizcaíno, dijo que el Ayuntamiento los instruyó a supervisar el área y velar porque no sean sustraídos los materiales de la obra. Sostuvo que cuatro agentes fueron encargados de la supervisión, sin incluir el personal de la Policía Municipal.

Las autoridades del gobierno local informaron que este lunes harían el rescate de la Duarte, pautado para las 9:00 de la mañana, empero, durante toda la mañana no se vieron funcionarios del Ayuntamiento.

FALTA HIGIENE

La avenida Duarte continuaba este lunes sucia y arrabalizada. Los frentes de las tiendas amontonaban mucha basura, cartones y bolsas plásticas. No se vio personal de aseo durante toda la mañana y la  gente colabora poco en el mantenimiento de la limpieza.

A eso de las 10:30 de la mañana, un empleado de una tienda de la avenida Ravelo entre la Duarte y la San Martín, sin percatarse de la presencia de la prensa, lanzó una bolsa de basura desde la acera del negocio al contén del Parque Enriquillo, donde fue improvisado un pequeño vertedero.

Vasos plásticos, desechos de comida, de frutas y otros desperdicios tiran a la vía pública los vendedores de algunos establecimientos en puntos donde circulan aguas residuales, como ocurre en el referido tramo de la Ravelo.

En ese espacio de vía, que tradicionalmente es uno de los más sucios del entorno comercial, a las 10:45 de la mañana una mujer salía de una tienda con una olla en las manos, vestía una bata de casa.

Mientras que a escasos metros, un hombre que caminaba por el parque Enriquillo, lanzaba al suelo la cáscara de la manzana que comía.

Este parque, que años atrás era uno de los principales atractivos de la Duarte, se encuentra deteriorado. Su estructura está destruida y no conserva ninguna de la vegetación que lo caracterizaba.

UN PARQUE SUI GÉNERIS

A media mañana de este lunes, el panorama del parque Enriquillo era patético: Un grupo de niños de la calle, de los denominados palomos, dormían en el suelo. Varios envejecientes se soleaban en el suelo. Unos seis niños limpiaban zapatos a los transeúntes mientras que los vendedores continuaban en su rutina.

Perros realengos corrían el área de recreación, otros tenían relaciones sexuales y los visitantes los observaban. No faltaban los pedigüeños y las muchachas que disimuladamente invitaban a los hombres a compartir un momento de amor a cambio de dinero. Tampoco faltaban los que observaban las carteras de los presentes, con la finalidad de quitárselas.

Entre tanto, una misión de la iglesia Jesucristo Te Salva, se preparaba para montar los cultos de cada lunes. Una hora después, un grupo de misioneros predicaba en el entorno, con música cristiana de fondo y las canciones interpretadas por Oliver Vargas quien llamaba a los presentes a seguir el camino de Dios, apartarse de los vicios, con el coro, «yo quiero tener un lugar al lado del Señor».

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