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POR RAMON HEREDIA
SAN CRISTOBAL.- En los últimos dos decenios del siglo pasado, esta provincia experimentó un retroceso en el aspecto económico, al perder miles de empleos tras el cierre de varias de sus principales empresas.
Entre las principales fuentes de empleos que desaparecieron en esta provincia entre el 1980 y el 2000 figuran el Central Río Haina, cuya entrada en molienda motorizaba la economía en gran parte de esta demarcación.
También desaparecieron la Fábrica Nacional del Vidrio (FAVIDRIO), la Industria Nacional del Papel (INDUSPAPEL) y el Centro Sur de Desarrollo Agropecuario (CESDA).
En Central Río Haina laboraban miles empleados y obreros, de los que un porcentaje elevado correspondía a los sancristobalenses, tanto residentes en la ciudad como en los campos.
El que fuera el principal ingenio azucarero del país, y considerado el más grande del mundo, fue construido el 1950 durante la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo Molina, que también instaló en Villa Altagracia a INDUSPAPEL y en el municipio cabecera a FAVIDRIO.
Las actividades productivas en estas empresas quedaron cerradas como consecuencia del proceso de capitalización de las empresas públicas, amparada en la ley 141-97, del 24 de junio de 1997.
Los economistas y sociólogos de esta provincia atribuyen a la clase política local la desaparición de estas empresas, que en gran medida satisfacían parte de las necesidades económicas de gran parte de la población en capacidad productiva.
SECTOR PRIVADO
En el sector privado desaparecieron las empresas Confecciones Alfa y Confecciones Mis Américas, cuya empleomanía era mayormente femenina, así como Interquímica.
Desde 1990 no opera la fábrica de tubos del Consorcio Nizao, empresa que fabricó la red de tuberías que lleva el agua a la ciudad de Santo Domingo, desde las presas de Jigüey y Aguacate.
En 14 años funcionando, el acueducto Valdesia-Santo Domingo, cuyas tuberías proceden de esta compañía, no ha presentado ningún tipo de fallas técnicas, según aseguró el ingeniero Roberto Matínez, quien laboró en la supervisión de esta obra.
En esa fábrica de tubos laboraban más 5,000 hombres que devengaban un salario promedio de RD$5,000.00 quincenales, según explicó el ingeniero Rafael González, quien trabajó en calidad de supervisor.
En la actualidad el país importa miles de tubos que pudieron ser fabricados en esta industria, en la que se deterioran grandes maquinarias valoradas en varios millones de dólares, según señaló el ingeniero José Román García Montás.
OTROS NEGOCIOS
San Cristóbal quedó en esas dos décadas sin restaurantes, sin emisora de radio y sin cines, aunque surgió un canal de televisión que en la actualidad atraviesa por una difícil situación económica.
Algunas generaciones recuerdan con nostalgia al famoso Bar Restaurante Paso Fino y a Radio San Cristóbal, mientras que los locales donde funcionaron las salas de cine Duarte y Sánchez, ambos abandonados, son hoy dos grandes refugios de plagas y elimañas.
DEPORTES
En breve tiempo los sancristobalenses dejaron de disfrutar de un equipo de Béisbol que hizo historia con su participación en el torneo de invernal de la República Dominicana.
La desaparición de los Caimanes del Sur forma parte del retroceso que, según el sociólogo Danilo Rivera, ha experimentado esta provincia.
El estadio casa club de Los Caimanes de Sur se ha convertido en una ruina donde se refugian plagas, drogadictos, alcohólicos y enfermos mentales.
Las viejas glorias del béisbol local Julio Solano, Manglio Pérez Medina, Mariel Belliard y Marcos Maceo deploraron la situación de abandono por la que se encuentran el Estadio Municipal Temístocles Metz, y pidieron al Presidente Leonel Fernández que disponga su reparación.
