Cifras?!

Cifras?!

[b]Señor director:[/b]

El lunes 2 de junio, el periódico local «El Caribe» publicó en su página 15 una noticia asombrosa con titular a cuatro columnas, que nos declaraba «líderes en empleo turístico» entre las demás naciones del caribe incluyendo a Cuba y Puerto Rico.

Según la información, que el diario atribuía a un «Consejo Mundial de Turismo y Viajes» (WTTC), el turismo en la República Dominicana genera 772.000 empleos además de un aporte de US$4.1 billones al Producto Interno Bruto (PIB).

Se trata de datos insólitos: de estadísticas promocionales hiperbólicas. En efecto, las estadísticas nacionales muestran que los empleos directos generados por esa actividad en todo el territorio nacional, nunca han sobrepasado los 50.000 puestos de trabajo y que en el año 2001, el ultimo disponible, los empleos directos fueron 44.031 y los indirectos, 110,075, siendo de 0.9 el promedio de empleados por habitación hotelera para unas 50,000 habitaciones.

La mayor cantidad de empleos fueron generados por el complejo Punta Cana – Bávaro con 12,073, seguido de, Sosúa, Cabarete, Puerto Plata con 5,947; Romana y Bayahibe con 4,595. Otras localidades de Puerto Plata con 4,407; Playa Dorada con 4,332; Santo Domingo, con 3,825; Juan Dolio, 3,146 y Boca Chica con 1,294. Del 2001 que es la fecha de la ultima estadística oficial disponible al 2004, algunos cambios en la concentración del alojamiento se han manifestado pero sin alteración significativa del volumen de empleos. Como se aprecia, la diferencia entre las cifras reales de empleo y las de WTTC son enormes. El sueldo promedio de los empleados del sector en el año 2002 era de RD$5,603.9 en la ciudad y de RD$5,435.4 en la playa. El 70.8% eran hombres y el 29.2% mujeres, siendo las propinas el 21.6% de la nómina.

Otra falacia estadísticamente demostrable es la de que el turismo aporta RD$4.1 billones al Producto Interno Bruto (PIB). Los indicadores básicos de la industria hotelera dominicana del año 2001 al 2002 demuestran que los pagos de contado al turismo fueron apenas de 13.3% y con tarjetas de crédito solo un 21.7% del total de sus ventas. El resto de sus ingresos ó sea, el 65% se paga a crédito, sin tarjetas. Es decir, se queda en el exterior sin ingresar al sistema monetario dominicano, en manos de los consorcios hoteleros, los brokers y los agentes de viajes. Para calcular un aporte neto de divisas sería preciso deducir del total de su ingresos reales locales, los pagos en dólares que hace la industria en gastos de promoción, alimentos y bebidas, sueldos y gastos en el exterior incluyendo gastos financieros con lo cual el ingreso neto real será inferior un billón. Ocurre lo mismo con las estadísticas exageradas y duplicadas de las zonas francas, al punto de que una agencia reputada del gobierno, la CEI, registró una discrepancia de dos billones de dólares inferior a las exportaciones, ingresan menos dólares que las remesas de dominicanos ausentes. Penosamente, son ellos nuestros principales generadores de divisas.

Como se puede ver carece totalmente de fundamento la especie de que la actividad turística genera a nuestro país US$4.1 billones y 772.000, en vez de los 50.000 empleos directos que han sido su tope histórico. Las estadísticas nacionales del año 2002 sobre la composición porcentual de la población ocupada según rama de actividad económica, asignan al turismo, apenas 5.54% del total en tanto que la agricultura y la ganadería aportan 15.87%, la industria manufacturera el 14.22% y la administración pública y defensa un 5.05%. La realidad demuestra que el turismo y las zonas francas generan relativamente poco empleo y divisas a la economía nacional y que por tanto, deben ser auspiciados solo como actividades marginales ya en cierta medidas, aleatorias, de las que no puede depender nuestra sociedad, priorizando en cambio, la agricultura y la industria. He venido advirtiendo lo mismo desde que el Embajador Yost de los Estados Unidos, nos aconsejó pérfidamente, desmantelar nuestra industria azucarera y Bernardo Vega, pidió reorientar nuestra economía hacia las zonas francas y el turismo lo cual era y es, dar un paso hacia el vacío.

Atentamente,

Pedro Manuel Casals Victoria

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