RAMÓN NÚÑEZ RAMÍREZ
Incapaces de rebatir las cifras sobre el comportamiento de la economía del Banco Central, los asesores económicos del pasado gobierno pretenden insultar la inteligencia de los lectores tratando de hacer magia manipulando las cifras relativas al crecimiento del producto interno bruto a precios corrientes.

Cualquier estudiante de macroeconomía I sabe que el PIB a precios corrientes es la producción libre de duplicaciones realizada en el territorio de un país en un período determinado, valorados a precios de mercado o del período de estimación, mientras que el PIB a precios constantes es la diferencia entre la producción bruta y los insumos valorados a los precios constantes de un período que se adopta como base.

La serie histórica del PIB desde 1970 a la fecha revela que no es nada nuevo crecimientos reales de dos dígitos e incluso de forma consecutiva como el 1970, 71 y 72 en donde las tasas de crecimiento fueron 10.9%, 10.4 y 12.9% y en el 1987, como resultado de la recuperación lograda gracias a las políticas de ajustes y la reforma cambiaria, la economía creció 10.1% y a nadie en esos diferentes momentos, incluyendo los partidos de oposición, osaron poner en duda las cifras y la metodología del cálculo de las cuentas nacionales por parte del BC.

El asesor principal del gobierno del PRD-PPH intenta hacer “magia negra” a partir del aumento del PIB a precios corrientes en el período 2003-2006 para intentar cuestionar las cifras del BC, de paso insultando la inteligencia de los lectores con conocimientos básicos de economía y con acceso a la serie histórica del PIB. De nuevo en diferentes etapas de la vida reciente el PIB a precios corrientes ha experimentado grandes saltos coincidentes con los períodos de alta inflación.

En el 1984 y 1985, en el gobierno perredeísta del doctor Jorge Blanco, el Indice de precios al consumidor aumentó 38.64% y 30.85%, pues bien el PIB corriente prácticamente se duplico pasando de RD$9,220 millones en el 1983 a RD$17,780 en el 2006, nada de magia simplemente la inflación disparó el PIB a precios corrientes pues el PIB a precios del 1970 apenas se movió desde RD$3,280 millones a RD$3,706 millones.

En la segunda administración del doctor Joaquín Balaguer el país volvió a caer en desajustes macroeconómicos y la inflación fue de dos dígitos desde el 1987 (22.67%) hasta el 1990 con una hiperinflación de 79.92% y en ese período el PIB a precios corrientes aumentó desde RD$22,403 millones hasta RD$96,333 prácticamente se multiplicó por 4.3 veces por obra y gracia no de la magia sino de la inflación.

Desde 1992 hasta el año 2000 donde dos administraciones manejaron la economía con sentido de responsabilidad y comprometidos con la estabilidad el PIB corriente aumentó desde RD$112,697 hasta RD$324, 561 millones gracias al crecimiento real del producto y no por la inflación como en períodos anteriores y el posterior.

En el gobierno en el cual el economista era el principal asesor, la inflación en el 2003 ascendió a 42.66% y gracias a las acertadas políticas fiscal y monetaria y la recuperación de la confianza a partir del 16 de agosto del 2004 la inflación cerró a la baja con 28.74%, sin embargo en apenas un año el PIB a precios corrientes aumentó desde RD$503,300 a RD$777,187 millones, nada de magia, simplemente por efecto de las pésimas políticas económicas de ese gobierno y el torpe e ilegal manejo de las quiebras bancarias que provocaron una hemorragia de inorgánicos y el consecuente disparo de los precios.

En el 2005 el PIB nominal aumentó en 13.9% para situarse en RD$884,939 y en el 2006 aumentó de acuerdo a las cifras preliminares en 18% para colocarse en RD$1,049, 462 millones, solo que en estos dos últimos años ha sido básicamente por el crecimiento real del PIB y no, como en el caso del 2003, por el efecto inflacionario.

Manipulando cifras no podrán rebatir una economía en que las exportaciones, excluyendo zonas francas, aumentaron en 38%, la inversión en 12%, el resultado global de la Balanza de Pagos positiva en casi cien millones de dólares, las captaciones de los bancos incrementándose 14.4%, los préstamos en moneda nacional en 23.3%, las importaciones comercializables 16.8%, el cobro del ITBIS en 16.2% y otras tantas más que confirman tasas elevadas de crecimiento con estabilidad en los precios.