El hecho de que se estima que la mitad de los jóvenes que se inscriben en las universidades nunca terminan sus carreras para dedicarse a trabajar obliga a que las academias revaloricen la educación técnica, consideró ayer el rector de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (Unphu), arquitecto Miguel Fiallo.

“El país también necesita de muchos técnicos”, enfatizó el académico, tras reflexionar en que no todos los jóvenes que egresan de las escuelas están aptos para asistir a la universidad.

Para Fiallo, las estadísticas representan una oportunidad para la promoción y enriquecimiento de los institutos técnicos y además para aprovechar a la  masa de jóvenes que no permanecen en las universidades.

Sostuvo que  el país requiere de electricistas, mecánicos, plomeros, maestros de obras, entre otros grados técnicos, los cuales tienen la facilidad de que se ofrecen en menos tiempo y con un sistema de enseñanza que es más flexible, para los que trabajan.

Los resultados del informe oficial “Deserción, Repitencia y Eficiencia de la Titulación en la Educación Superior”, que entre otros aspectos reveló que hasta 90% de los estudiantes se gradúa con varios años de atraso, han provocado reacciones a todos los niveles del sistema educativo, por ser el primero de ese tipo.

No es representativo.  Aunque el rector de la Unphu calificó de “altamente preocupantes” los resultados de la investigación financiada por el ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt), a su juicio no son representativos de la situación general de las academias del país, porque se incluyó a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), que  representa por sí sola a la mitad de la matrícula universitaria total.

“Si se estudia por separado la deserción en la universidad estatal y las universidades privadas, aparecerán dos realidades diferentes”, dijo el rector de la Unphu en una entrevista.

Causas.  Además del factor económico, encabeza las causas de la deserción universitaria el bajo nivel académico con que los jóvenes egresan de las escuelas.

Para Fiallo, se produce un choque de realidades cuando los estudiantes descubren en las aulas de que la educación universitaria requiere de conocimientos previos en todas las áreas.

 Las deficiencias que tienen los jóvenes para identificar su vocación también ocupa un sitial importante entre las razones de la deserción, ya que obliga a hacer los cambios de carrera y de universidad.

Caso  Unphu.  Señaló el rector que en la Unphu la deserción es de un 6% anual, principalmente en las áreas de ingeniería, Medicina, Odontología y Arquitectura.

También precisó que al menos la mitad de los inscritos se gradúa con uno o varios años de retraso.

Con el objetivo de revertir las estadísticas, Miguel Fiallo explicó que la academia da un seguimiento  a cada uno de sus alumnos, a nivel de la dirección de escuelas, para determinar porqué los estudiantes faltan en inscribirse por un semestre. 

Asímismo la academia ofrece un programa de becas y planes de pago para los  estudiantes de escasos recursos económicos, a fin de que puedan acceder a una carrera. 

Las claves

1.  Educar la  vocación

Además de las carencias económicas, el rector de la Unphu, Miguel Fiallo, observa que se consisten en razones de deserción la precaria formación escolar y la falta de asistencia para definir las vocaciones.

2. Proyectos de rescate

La Unphu tiene en funcionamiento  varios programas para retener a los estudiantes, en especial los de escasos recursos, que se ejecutan mediante la entrega de becas, facilidades de pago y seguimiento al momento de la inscripción.

 3.  Estudio revelador

 El estudio “Deserción, Repitencia y Eficiencia de la Titulación en la Educación Superior”, que financió el ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología es el primero que se realiza aquí sobre el tema.