Cifras económicas desde el Cenit

Cifras económicas desde el Cenit

Vladimir Pimentel

Hoy en día la generación, procesamiento y análisis de los datos económicos revisten un factor de suma importancia para las sociedades, siempre que lo entendamos desde la perspectiva de que son un instrumento para la adecuada gestión empresarial, la definición de políticas públicas consistentes, como referente para las decisiones individuales (de consumo por ejemplo), entre otros factores.

En tal sentido, cabe destacar que en la República Dominicana definitivamente han mejorado de manera considerable los registros, la disponibilidad y acceso a los datos, sobre todo de manera oportuna (a tiempo). Esto entendiendo que aún nos queda camino por recorrer como país, pero vale mencionar los casos de instituciones como la Oficina Nacional de Estadísticas, Dirección General de Aduanas, Banco Central, Ministerio de Agricultura, entre otras, que presentan signos de mejoras en trabajos interesantes a favor  de mejorar la oferta y actualización de las estadísticas.

Así mimo se agregan la acelerada envestida de la oferta de fuentes estadísticas de organismos internacionales, incluyendo interesantes y dinámicas bases de datos como los casos de CEPAL, BID, OMC, Banco Mundial, FMI, Centro de Comercio Internacional, UNCTAD, OIT, Eurostat, entre otros.

A pesar de lo anterior en nuestro país tenemos una ausencia importante de utilización de las cifras o datos disponibles y de manera muy especial una limitada capacidad de aprovechamiento de estas fuentes para el de análisis, entendido este como un intento de aproximación a la realidad. Limitante esta que se puede apreciar tanto en el ámbito público (Estado) como en el sector privado (Empresas).

Pero más relevante que el uso y análisis de estas sería el poco atrevimiento de hacer prospectivas, previsiones o proyecciones económicas, quedándonos en los análisis de lo pasado (ex post), cuando es bien sabido que este es el horizonte de trabajo hacia donde debemos transitar para apoyar los sistemas de planificación y fortalecimiento de las estrategias nacionales público-privadas. Esto en un intento de adelantarnos, pero con fundamento!

En este escenario, nos surgen algunas interrogantes, que tal vez ameritan una reflexión preliminar sobre la generación y uso de los datos y las estadísticas que definitivamente condicionarán los resultados del análisis, como son: ¿Quién lo realiza?, ¿Cómo lo hace?, ¿Cuándo es realizado?, ¿Dónde lo ejecuta?, ¿Para qué es?, ¿Por qué razón?, etc. Estas interrogantes deben ser una constante al momento de leer los informes, reportes y estudios que dan uso a las diferentes fuentes de información sin las cuales podríamos quedar atrapados en falacias o asumiendo un brebaje que produce una somnolencia inferencial aguda de la escritura plasmada.

Con esto último podríamos develar los riesgos latentes en la utilización de dichas fuentes que en la mayoría de los casos responden a intereses o desintereses, a un momento específico en el tiempo que condiciona el analista, un espacio específico, un público determinado a quien va orientado, motivaciones expresas u ocultas, entre otros factores que muchas veces se apropian de una verdad (su verdad) sustentada en “cifras oficiales” que muchas veces se inscribe dentro de lo mitológico.

Adicionalmente debemos destacar la ruta hacia el tecnicismo, intencionalmente o sin intención alguna, que cada día va acrecentando el distanciamiento del entendimiento coloquial de los datos o estadísticas y el análisis realizado con estas, que a su vez promueve el narigoneo societal.

Es necesario que demos una mirada desde el cénit a las cifras económicas para una mejor aproximación a esa realidad, si es “realmente real”.

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