Cigarrillos electrónicos bajo la lupa

Cigarrillos electrónicos bajo la lupa

Los cigarrillos electrónicos siguen en la mira de las autoridades de salud, científicos e investigadores.

El polémico dispositivo genera cuantiosas ganancias y cuenta con un número cada vez mayor de usuarios (solo en Estados Unidos son 2,5 millones).

Inventado por el chino Hon Link (cuyo padre falleciera a consecuencia de un cáncer de pulmón), los “e-cigarrettes” son promocionados en el mercado como una alternativa menos dañina a los cigarrillos tradicionales y al tabaco e incluso como una forma de abandonar el dañino hábito de fumar que provoca unos 6 millones de muertes al año.

Pero no sólo eso, “vapear”, el nuevo término que describe el acto de inhalar de un cigarrillo electrónico, ha abierto las puertas a toda una cultura de “vapeadores” con cientos de blogs y páginas informativas sobre el producto; y una variedad interminable de combinaciones y sabores que van desde bebidas alcohólicas como el whisky, hasta chicle o chocolate.

Sus ingredientes principales son agua, sabores artificiales, glicerina vegetal, propelinglicol y nicotina (que puede ir en niveles de 0 a 24 miligramos, este último el equivalente a unos 30 cigarrillos).

¿Inofensivos? A pesar de que se requiere de más estudios para comprobar las consecuencias de su consumo, el investigador Jonathan Thonburg, de la organización RTI International, parece haber dado en el clavo con la publicación de un artículo en el que analiza los efectos del vapor de los cigarrillos electrónicos en no usuarios. En su trabajo menciona que en el proceso de calentamiento del “e-liquid” sus componentes son alterados químicamente, generando gases “potencialmente dañinos”. Thorburng afrmó al diario Healthday que aunque los componentes de los cigarrillos electrónicos son considerados “seguros”, desde una perspectiva de su ingestión, nada se sabe de sus efectos por inhalación.

Por otro lado, el neumólogo dominicano Amaury Rancier, pone en tela de juicio la efectividad de estos dispositivos como método para abandonar la adicción al tabaco: “La mentira que se está difundiendo es que es un medio para dejar de fumar y eso no es verdad, porque de todas formas tiene nicotina. Ha fracasado rotundamente como método para dejar la adicción”, concluye el especialista, que los compara con los parches de nicotina que han demostrado ser inútiles en la mayoría de los casos. “Conozco a muchísima gente que ha caído en ese gancho, fuma quizás un poco menos pero sigue fumando cigarrillo normal”, añade.

Rancier comparte la actitud de la Organización Mundial de la Salud (OMS): “Su posición es que hay que combatir el cigarrillo electrónico tanto como se combate el cigarrillo convencional”, concluye.

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