Puerto Príncipe- Cinco personas murieron y más de 10.000 viviendas se encuentran inundadas debido a las fuertes lluvias que azotan desde hace dos días el sur de Haití, según un primer balance parcial divulgado la noche del jueves por protección civil.
Una mujer de unos 50 años y su hija de tres años fallecieron en Port-de-Paix al ser arrastradas por las aguas de un río crecido que intentaron atravesar.
El cuerpo de un hombre de unos 60 años también fue encontrado el jueves en el mismo departamento, señala el reporte. En el departamento del sur, en la isla Vache, un hombre murió ahogado y un niño de dos años falleció al ser arrastrado por una creciente en la ciudad des Cayes.
La tercera ciudad de Haití fue particularmente afectada por las inclemencias del tiempo: el alcalde adjunto de des Cayes informó que más de 10.000 viviendas se encuentran inundadas.
Los equipos de rescate indicaron por su parte que varias rutas y caminos de acceso se encuentran cortados en al menos tres de los diez departamentos del país. Jerry Chandler, director de la protección civil haitiana, exhortó a la población a mantener prudencia debido a que las condiciones meteorológicas no mejorarán antes del fin de semana.
«Ante la persistencia de las lluvias, del nivel de saturación de los suelos, a las crecidas y desbordes de varios ríos en todo el país, la dirección de protección civil continúa exhortando a la población a alejarse de las zonas inundadas, de ríos y acantilados, y a estar preparados para evacuar si es necesario», advirtió el organismo en su comunicado.
Un alerta naranja está vigente para todo el territorio ante el riesgo de inundaciones, crecida de ríos y deslizamientos de tierra.
La falta de infraestructura adecuada que permita la evacuación del agua de lluvia provoca regularmente importantes daños materiales en las principales ciudades haitianas. Cada año, de junio a noviembre, Haití se encuentra bajo amenaza de huracanes pero, debido a la ausencia total de planificación urbana en el país, los fuertes aguaceros son suficientes para poner en riesgo la vida de los ciudadanos más desfavorecidos.