CONSTITUCIONALISTAS DERROTAN SAN ISIDRO

A las 4 de la madrugada del 27 de abril del 1965 el general Robert York instruye a sus tropas de la 82 División Aerotransportada prepararse para un ataque “sobre la República Dominicana”. Se reanudan temprano en el puente Duarte los ataques aéreos a la muchedumbre y las menguadas fortificaciones constitucionalistas, mientras los tanques y tropas avanzan en un nuevo intento por vencer. El periodista Tad Szulc dice “es una lucha feroz pero desorganizada”. Tropas del general Salvador Montás Guerrero avanzan desde San Cristóbal hasta la Feria para atacar por la retaguardia a los constitucionalistas. Estadounidenses son evacuados desde el Hotel Embajador a los EE.UU. Después de dos horas y media de ataques aéreos, 15 tanques de guerra y tropas de infantería inician otra ofensiva. Impresionados por la matanza, el coronel Caamaño Deñó y oficiales acuerdan aceptar la formación de una Junta Militar. Al filo de las 4 de la tarde, el teniente coronel Hernando Ramírez, el coronel Caamaño Deñó y otros oficiales llegan a la embajada estadounidense junto con Rafael Molina Ureña luego de convencerle de abandonar el Palacio Nacional. Le solicitan al embajador norteamericano mediar para detener el baño de sangre y llegar a un acuerdo honorable, pero Bennet dice que “este no es el momento de negociar, sino de rendirse”. El coronel Caamaño se pone de pie y dice que luchará para defender el honor militar y se marcha. El embajador lo intercepta en la puerta y Caamaño le grita “hijo de la gran puta!” y cierra la puerta con violencia. El capitán Montes Arache le acompaña. Al ellos llegar a la París con Duarte, a eso de las 5:45 de la tarde, los tanques de San Isidro intentan una última penetración, seguidos de tropas de infantería. Caamaño y Montes Arache reorganizan las fuerzas y desatan una contraofensiva en tres flancos. Media hora después se retiran acobardados al perder 12 tanques de guerra y sufrir bajas considerables. La Cruz Roja Internacional contabiliza más de 600 cadáveres.