Cincuenta años después

Cincuenta años después

EN LA REVOLUCIÓN ORGANIZAN UN CLUB DE LOS TÍGUERES

Luego de ocho reuniones consecutivas, del 5 al 12 de julio, recesaron ayer y hoy los comisionados constitucionalistas y los de la Ad-Hoc de la OEA. Para mañana está pautada una reunión en el Edificio Copello. Al parecer temeroso de la reacción de sus patrocinadores, el licenciado Francisco Augusto Lora le comunica a la embajada de E.U. que por razones políticas electorales el doctor Joaquín Balaguer había declarado a Patria días atrás que era partidario de la participación de las izquierdas en las elecciones que organice el Gobierno Provisional que surja de un acuerdo. Patria denuncia que unos 300 marinos militares presos en la Base Militar de Haina están siendo trasladados poco a poco a la Isla Saona, según revelaran familiares que acudieron allí, por lo que pide la intervención de la Comisión de los Derechos Humanos de la OEA. El sacerdote cubano Tomás Marrero estimula a un grupo de jovencitos de los barrios San Miguel y Jobo Bonito a organizarse con fines disciplinarios y dar servicios comunitarios. “Un día del mes de julio decidieron organizarse en un club, El Club de los Tigres”, -esto es, El Club de Los TÍGUERES. L. C.-, dice el padre José A. Moreno en la página 83 de su libro El Pueblo en Armas. Tomaron un letrero de una gasolinera Shell Company con la imagen de la fiera Tigre y el lema de una campaña publicitaria de la petrolera, “¡Ponga un Tigre en su Tanque!”, y lo colocaron en el frontal del local donde estuvo un destacamento de la policía, frente al parque San Miguel. Organizados como los comandos constitucionalistas limpiaban el local, barrían las calles, asistían a Moreno en el reparto semanal de alimentos y en operativos médicos, etc. “En las tardes, de seis a siete y media, todos los miembros del club, tenían que asistir al curso de inglés que daba el padre Tomás”, dice.

 

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