Cinturón de seguridad, la diferencia entre la vida y la muerte

Cinturón de seguridad, la diferencia entre la vida y la muerte

Existen muchas medidas para reducir los accidentes de tránsito y sus consecuencias; sin embargo, el cinturón de seguridad es la más simple, la más económica y está al alcance de todos los conductores y usuarios de vehículos.

El moderno cinturón de seguridad automotriz de tres puntos fue la creación del ingeniero Nils Ivar Böhlin, quien, irónicamente pasó los primeros años de su carrera diseñando asientos eyectores para naves aéreas. No obstante, la invención de Bohlin – un cinturón con una combinación de tres puntos, sobre el regazo y en diagonal colocado a través de la pelvis y la caja torácica – ha salvado miles de vidas desde su introducción en 1959.

Para comprender la importancia del cinturón de seguridad es necesario saber qué ocurre dentro del vehículo durante un accidente. En realidad se producen dos impactos: el primero es el choque o colisión como tal, y el segundo, producido como reacción, es el choque de los ocupantes del vehículo con el vidrio del parabrisas, e incluso fuera del auto. Este segundo impacto es el que causa las lesiones, o la muerte.

Esto sucede porque al estar dentro de un vehículo, sus ocupantes se desplazan, sin sentirlo, a la misma velocidad que él. En un choque o colisión el vehículo se detiene inesperada y violentamente por el primer impacto, mientras sus ocupantes siguen «viajando» a la misma velocidad original que se desplazaban; ninguna fuerza actúa sobre ellos para detenerlos, hasta que se estrellan contra el volante, los vidrios o el panel de instrumentos; éste es el segundo impacto.

[b]¿CÓMO FUNCIONA EL CINTURON?[/b]

El cinturón de seguridad protege al individuo porque impide que se golpee y evita así las lesiones causadas por el segundo impacto; además, evita que el conductor u otro ocupante salga despedido en caso de choque o vuelco.

La función primaria del cinturón de seguridad es la de disminuir la fuerza de inercia del cuerpo en caso de un percance frontal. Sujeta el cuerpo contra el asiento pero en forma flexible, esto es, antes de tensarse al 100 por ciento, el cinturón de seguridad se “estira” un poco para disminuir la tremenda fuerza cinética que lleva el cuerpo hacia adelante ayudando de esta forma a que la deceleración sea lo menos repentina y brusca posible.

La segunda función del cinturón de seguridad es la de mantener el cuerpo lo más cercano al asiento, redundando esto en que permanezca dentro del espacio más seguro posible.

[b]TIPOS DE CINTURONES[/b]

Las normas de seguridad establecen que los cinturones de los asientos delanteros adyacentes a las puertas, deberán ser de tres puntos, es decir una combinación de cinturones abdominal y diagonal, y deberán contar con hebillas de seguridad con botón de abertura rápida.

Los cinturones de dos puntos (lap o falda) son ejemplo de dispositivo incompleto o de sujeción peligrosa pues puede causar daño abdominal por mecanismo denominado “efecto cuchillo”, así como incrementar la acción de bisagra a nivel de la cadera, favoreciendo la lesión espinal por hiperflexión.

Los cinturones de tres puntos (lap-shoulder o falda-respaldo), utilizados en forma correcta, bajan la tasa de fatalidad en caso de colisión, en alrededor del 40 a 50 por ciento y la severidad de las lesiones en un 55 a 60 por ciento. En ellos, el componente de falda debería encajar ligeramente debajo de las crestas ilíacas. Con respecto al componente superior (shoulder – bandolera o de respaldo), si se ubica muy arriba hay riesgo de contacto directo sobre la laringe, cuello, columna cervical y cara.

[b]EL CINTURÓN DE SEGURIDAD EN EL ASIENTO TRASERO [/b]

Un grupo de investigadores de la Universidad de Tokio evaluó el riesgo de muerte y de sufrir lesiones graves por parte de los ocupantes de los asientos delanteros de un automóvil teniendo en cuenta si los pasajeros traseros llevaban cinturón de seguridad o no.

El riesgo de fallecimiento para el conductor y el copiloto, aunque usen su cinturón de seguridad, es hasta cinco veces mayor si los ocupantes de atrás no usan el cinturón. Los investigadores estimaron que hasta un 80 por ciento de las muertes podrían haber sido evitadas mediante el uso de los cinturones de seguridad traseros.

Los pasajeros deben tomar consciencia de que el uso de los cinturones no sólo les protege a ellos, sino también a sus compañeros de viaje.

[b]CINTURÓN DE SEGURIDAD Y EMBARAZO[/b]

La embarazada debe proteger al útero grávido usando siempre el cinturón de seguridad de tres puntos en el vehículo, cuidando que la banda horizontal de la correa pase por debajo de su vientre y la diagonal por arriba. De esta manera, la futura mamá estará protegida y en ningún momento, en el supuesto de una colisión, el feto se verá oprimido.

[b]USO ADECUADO DEL CINTURÓN DE SEGURIDAD[/b]

Como con cualquier sistema de seguridad, el funcionamiento del cinturón de seguridad depende de su uso y ajuste apropiado. Si el cinturón no está colocado correctamente en el cuerpo del ocupante del vehículo, puede fallar en proporcionar la seguridad adecuada en el caso de un choque o una desaceleración rápida.

Al usar el cinturón siga las siguientes precauciones:

En primer lugar coloque el asiento y el respaldo de forma que usted se sienta cómodo. Recuerde que cada asiento y cada cinturón son para una sola persona.

La banda horizontal debe estar colocada lo más baja posible, entre la pelvis y los muslos, nunca sobre el abdomen.

La banda diagonal debe sujetar el hombro, apoyándose en la clavícula, a mitad de camino entre éste y el cuello.

Evite vestir ropas demasiado gruesas para que el cinturón no tenga mucha holgura con respecto al cuerpo.

Nunca ponga cojines u otro objeto acolchado sobre el asiento: restaría eficacia al cinturón en caso de impacto.

Asegúrese que las correas se deslicen suavemente, que el cinturón no esté torcido y que no esté enganchado en ningún sitio.

Engánchelo en el dispositivo provisto para esa función al costado de su asiento. Llevarlo suelto o debajo de la pierna NO reporta beneficios.

Verifique que al enganchar el cinturón, éste quede correctamente bloqueado.

Nunca lleve niños sobre las rodillas ni los incluya dentro de su cinturón.

Nunca incline demasiado el respaldo del asiento hacia atrás, porque frente a un impacto podría deslizarse por debajo del cinturón.

Si su cinturón no parece estar funcionando correctamente, o usted no lo puede ajustar adecuadamente, llévelo a un taller de reparaciones.

Si su vehículo sólo está equipado con los cinturones para el regazo (modelos anteriores a 1974 ), póngase en contacto con un concesionario para que le den un modelo actualizado de tres puntos.

[b]MITOS SOBRE EL USO DEL CINTURÓN DE SEGURIDAD[/b]

Aunque su uso del cinturón de seguridad se ha incrementado paulatinamente año tras año, aún hay quien manifiesta temores o creencias de todo tipo para no utilizarlo. He aquí los argumentos más comunes y las verdades que los contrarrestan:

– Mito 1: “Si quedo herido en un accidente, el cinturón dificultará el rescate”.

Verdad: lo que en realidad complica el rescate de las personas heridas son las fracturas múltiples del conductor o pasajeros, producidas al golpearse contra el interior del vehículo. El cinturón se suelta con un simple clic, o se corta.

– Mito 2: “Podría quedar atrapado en caso de incendiarse el auto”.

Verdad: la verdad es que los incendios sólo ocurren en un 0.2 por ciento de los accidentes, y aunque estuviera en este caso, el cinturón de seguridad evitaría golpes mayores, fracturas y pérdida de conciencia. Una persona fracturada o inconsciente es incapaz de reaccionar y salir.

– Mito 3: “Si por el golpe salgo fuera del vehículo, tengo más posibilidades de quedar ileso”.

Verdad: quien, como consecuencia de un choque o colisión, es lanzado fuera del vehículo y se estrella contra el pavimento tiene 5 veces más posibilidades de morir que aquél que está sujeto con el cinturón.

– Mito 4: “Yo tengo la fuerza suficiente como para controlar el vehículo en cualquier momento”.

Verdad: en una colisión, yendo a apenas 20 km/hr, nuestro cuerpo es lanzado contra el volante y el parabrisas con una fuerza que equivale a seis veces el peso del propio cuerpo. Imagine lo que sucede a velocidades mayores. El cinturón de seguridad nos sujeta y evita que salgamos disparados contra el panel o fuera del auto.

– Mito 5: “No creo que efectivamente me proteja”.

Verdad: estudios internacionales han demostrado que el cinturón de seguridad reduce las consecuencias de los accidentes incluso a altas velocidades.

– Mito 6: “El uso de cinturón de seguridad es importante sólo en carreteras”.

Verdad: En muchos países, más de las tres cuartas partes de los accidentes ocurren en intersecciones; y del total, 9 de cada 10 ocurren en áreas urbanas, y la mayoría dentro de un radio de 40 kilómetros de los hogares de las víctimas.

Por otra parte, un alto porcentaje de los fallecidos se produce por accidentes ocurridos en áreas urbanas.

– Mito 7: “Como nunca me ha pasado nada, no necesito el cinturón de seguridad”.

Verdad: un accidente es un imprevisto. El accidente siempre es inesperado, no sucede necesariamente cuando ya se han recorrido muchos kilómetros, sino que puede ocurrir al salir de casa. Prevenir las consecuencias siempre es mejor.

– Mito 8: “El cinturón de seguridad incomoda y limita movimientos”.

Verdad: el cinturón de seguridad, además de sus ventajas preventivas, ofrece mayor estabilidad y comodidad frente a las curvas y las calzadas en mal estado. Regúlelo de modo que usted se sienta totalmente cómodo dentro de vehículo.

– Mito 9: “El cinturón me ensucia la ropa”.

Verdad: los cinturones de seguridad son lavables. Es lógico que por falta de uso acumulen polvo. Usándolo lo mantendrá en movimiento y evitará que se ensucie.

– Mito 10: “Es complicado engancharlo”.

Verdad: al comienzo puede resultarle incómodo habituarse al manejo de él. Pero si usted o su familia sufren heridas y hospitalizaciones o mueren por no usar cinturón de seguridad será mucho más complicado.

– Mito 11: “A la gente que va conmigo le molestaría que le dijera que se pusiera el cinturón”. Verdad: las encuestas indican que la gran mayoría de la gente se pondría el cinturón si el conductor se lo pidiera.

– Mito 12: “Es incómodo. No me deja moverme y me produce angustia”.

Verdad: los cinturones actuales ejercen una tensión mínima sobre el cuerpo, excepto en caso de accidente, cuando realmente se necesita que éste se mueva lo menos posible.

– Mito 13: “Tengo airbag, no necesito cinturón”.

Verdad: las bolsas de aire no sustituyen al cinturón. Por el contrario, son su complemento ideal y están diseñados para que actúen juntos. Además, el airbag sólo se abre en choques de cierta violencia.

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