Círculo vicioso con energía cara

Círculo vicioso con energía cara

Detrás de la evasión masiva al pago por consumo de electricidad  aparece clara la inequidad de que los generadores y las distribuidoras en manos del Estado se han acomodado a descargar sus costos sobre cada dominicano que con responsabilidad o mínima solvencia acepta pagar la electricidad. Y aún con este mecanismo arbitrario de compensación, el kilovatio hora es servido a un precio demasiado alto. Esta reflexión se basa en los criterios expresados recientemente  a este diario por el experto energético y académico  reconocido, José Luis Moreno Sanjuan.

¿Es qué las ineficiencias técnicas y gerenciales y la subordinación a plantas obsoletas de combustibles onerosos son tan graves que aun vendiendo el producto a sobreprecio el sector eléctrico no puede lograr equilibrio? ¿O es que el sistema de subsidios del Estado que garantiza sus cuartos a los agentes llueva, truene o venteé aunque se tarde, es más que suficiente para el objetivo  de obtener beneficios y por tanto el negocio resulta bueno aunque el servicio no sirva? Los capitales privados   y los operadores estatales -protegidos también en sus desempeños por el fisco generoso- tendrán que hilar fino. Invertir en la actualización técnica y sustituir unidades con financiamiento de organismos internacionales. Pero también tendrán que renunciar a utilidades para ganar confianza  y buena voluntad de los usuarios.

Salida expreso de las cárceles

Siempre parecerá inexplicable que el “brazo armado” de la ley que es lo que en verdad constituye la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) se queje de que jueces o fiscales pongan fácilmente en libertad  (según su criterio) a los acusados de narcotráfico. La persecución del delito, con cuerpos policiales, de investigación e inteligencia, no puede ser incongruente hasta  grado perjudicial con el papel de aplicar justicia que corresponde a los magistrados. Deben ser las dos alas de mismo pájaro.

La experiencia indica que la instrumentación de cargos es a veces imperfecta. Deja brechas e  incluye errores que restan fundamento a los “indicios”. En el pasado eso a veces ocurrió por acto deliberado para facilitar aviesamente excarcelaciones. Pero también es cierto que sin la vigilancia y sanción de la Suprema Corte al personal judicial, los poderosos narcos, que hablan con la seducción de muchas papeletas, podrían seguir saliéndose con la suya.

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