Cirujano atribuye la belleza de Miss Mundo
a cirugías estéticas

Cirujano atribuye la belleza de Miss Mundo <BR>a cirugías estéticas

Para que María Julia Mantilla, actual Miss Mundo, consiguiera ser la joven más bella del Perú y posteriormente del mundo tuvo que pasar por las manos del cirujano plástico César Morillas, considerado como el más famoso de ese país suramericano.

En una amplia crónica divulgada a través del periódico digital español El Mundo, en su sección Magazine y bajo el título «Yo creé a Miss Mundo», Morillas le explica al periodista Martín Mucha la forma como reaccionó la actual mujer más bella del mundo al ver su nuevo rostro y figura, libre de vendas, frente al espejo. «Fue un quejido particular, mezcla de sollozo y angustia» relata la crónica; mientras el cirujano Morillas la consolaba.

El cuerpo de la chica que – tras pasar por el quirófano –a principios del 2004- estaba magullado y parecía el de un boxeador en el decimoquinto round, era perfecto, literalmente. Cuenta el trabajo periodístico, que el pecho de Mantilla pasó de la planicie a cordillera, gracias a dos prótesis de silicona. Ya era una mujer 90-60-90. El colágeno en los labios le dio un matiz sensual.

Semanas después, en abril de ese año, logró su primer objetivo: ser Miss Perú. Más tarde viajó a China a competir en el concurso Miss Mundo, donde resultó ganadora.

María Julia Mantilla, a sus 20 años, pasó de ser una desconocida en Perú, a aparecer en los titulares de toda la prensa internacional. Sólo por ganar recibió la suma de 100.000 dólares, vive en una mansión en Londres, propiedad de Miss World, y le ha dado la vuelta al mundo en compañía de Jackie Chang y Luciano Pavarotti.

Según declaró Morillas a El Mundo, él le hizo la nariz, aumentó los labios, resaltó los ojos y sus pómulos renacieron, sin ninguna cicatriz que la delate.

El resto de su cuerpo pasó por largas sesiones de ultrasonido y aceleración biomolecular. Sus senos crecieron en 275 centímetros cúbicos cada uno. La rinoplastía y mamoplastía supusieron cuatro horas en quirófano y el proceso total, seis semanas.

Es el secreto mejor guardado por César Morillas si también le operó las orejas y la mandíbula. Aunque lo niega rotundamente, las fotografías del antes y después, publicadas por El Mundo, confirman la duda. La terapia se completa –dice el experto- con sesiones en el gimnasio supervisadas por un especialista que entrenó a Arnold Schwarzenegger en su época de Conan.

Trayectoria del cirujano

Con la elección de Mantilla como Miss Universo, Morillas se sentía Botticelli. Hijo de un modesto carpintero, Morillas llegó a Brasil con poco dinero y para poder estudiar dejó atrás, en Lima, a su esposa.

Actualmente, de cada cinco peruanos que quieren hacerse una cirugía plástica, al menos dos piensan primero en César Morillas. Recibe pacientes de lugares tan distantes como China y Croacia, de África a Oceanía.

La fama de las metamorfosis que logra Morillas lo ha llevado a vivir un episodio sacado de un libro de espías. Fue requerido por Vladimiro Montesinos, el jefe de Inteligencia del gobierno del ex presidente Alberto Fujimori, para que lo hiciera más joven.

Cuando empezaba, fue escogido por Patricia Llosa, la esposa de Mario Vargas Llosa, para que le hiciera una abdominiplastía y ese fue el inicio de su despegue. Sin embargo, la operación de Miss Mundo lo ha elevado a la cúspide de su profesión. «Ahora es el mejor» y se siente tan consciente de ello que no ha dudado en pasar él mismo por el quirófano para quitarse las arrugas. Según cuenta, se sometió a una endoscopía frontal, una operación sumamente complicada donde dos cámaras se introducen debajo de la frente y con ellas se hace casi todo el proceso.

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