Estudio Cepal plantea que se deben diseñar políticas orientadas a un desarrollo territorial más equilibrado y crear mejores oportunidades para los jóvenes rurale
La República Dominicana ha mostrado un alto crecimiento económico y una transformación importante de la estructura productiva en las últimas décadas.
Sin embargo, se reproducen brechas estructurales que mantienen territorios rurales rezagados, pese a sus potencialidades; en productividad, ingreso, pobreza, educación, capital económico y social, a nivel provincial, regional, familiar y de zona de residencia, especialmente en la zona fronteriza.
Esa es una de las consideraciones planteadas en estudio “Transformación del sistema alimentario en la República Dominicana: oportunidades para mejorar la inclusión de la juventud rural”, preparado por Pedro Juan del Rosario, consultor de la sede subregional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en el marco de las actividades del proyecto de la CEPAL y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) “Nuevas narrativas para la transformación rural en América Latina y el Caribe”.
El estudio señala que de manera paralela al crecimiento económico y las transformaciones estructurales del valor agregado nacional acontece una transformación del sistema alimentario manifestada tanto en la pérdida de competitividad del sector agropecuario como en incrementos notables de la producción de la agroindustria y el comercio de alimentos, concentrados en grandes áreas urbanas, y, además, en cambios del patrón de consumo alimentario.
Agrega que el impacto de la transformación del sistema alimentario en los jóvenes rurales está determinado sustancialmente por el contexto económico general, territorial y familiar, y la forma como opera el sistema.
“Estos determinantes generan barreras y oportunidades que afectan la inclusión de los jóvenes rurales como actores productivos y consumidores, configurando distintos escenarios que hay que tomar en cuenta para diseñar políticas públicas orientadas a un desarrollo territorial más equilibrado y crear mejores oportunidades para los jóvenes rurales, con el fin de que puedan desarrollar su capacidad de agencia y tengan una transición exitosa”, subraya el estudio.