POR ROSA ALCANTARA
Al cumplir hoy sus tres años de gobierno, el presidente de la República y candidato presidencial doctor Leonel Fernández, carga consigo el desafío de mejorar la percepción de la  mayoría de la población, que aunque admite estabilidad económica, no ha visto una mejoría en su calidad de vida, por la falta de una efectiva política social y el combate enérgico a la corrupción administrativa.

La politóloga Rosario Espinal, al hacer una evaluación del gobierno de Fernández y una perspectiva sobre las elecciones de mayo próximo, vaticina que el mandatario perdería en los próximos meses popularidad, empero, señala que éste aún mantiene un buen posicionamiento en el escenario político-electoral frente a sus dos principales contendores de la oposición.

Considera como aspecto positivo de la gestión peledeísta el hecho de que el equipo económico ha creado un clima de estabilidad en el país, a pesar de que la estructura de la economía dominicana tiene serios problemas por una fuerte deuda externa, dejada por el anterior gobierno perredeísta y continuada por el actual, y una deuda interna a causa de  los fraudes bancarios.

Para Espinal esa es la razón por la que la gente no siente una mejoría real de su situación, así como la inflación acumulada y el aumento de impuestos.

La profesora de Sociología en la Universidad de Temple, Estados Unidos observa  que los resultados de las encuestas que saldrán en las próximas semanas no beneficiarán al gobierno  y por el contrario observará  reducción en su popularidad, lo que considera como natural porque en el último ciclo de gobierno, la población no evalúa la gestión en base a expectativas sino en relación a lo que ha logrado.

    Para compensar esa situación, dice Espinal, el mandatario estaría obligado a adoptar medidas de impactos.

Espinal considera que ahora hay campaña mediatizada y a principio de año entrará una fase diferente, porque entra  en juego no  la obra de gobierno sino los historiales de los partidos y de los candidatos que compiten.

DEBIL COMBATE A LA CORRUPCION

Para Espinal los tres años de gobierno  han sido débiles y ha faltado mayor energía  en el combate a la corrupción, partiendo de que ese fue uno de los problemas mayores que se discutió para la campaña del 2004.

La analista política critica que no se haya hecho nada respecto a someter a nadie ni acusar a nadie, por lo que, dijo, ha sido más de lo mismo.

Entiende que uno de los retos que enfrenta el presidente Fernández es ver cómo va a manejar el tema de la corrupción y qué medidas tomará para que el próximo gobierno no se desarticule y se debilite aún más por esa situación.

CORTO EN POLITICA SOCIAL

Asimismo, Espinal entiende que el gobierno  se ha quedado corto en lo que se refiere a la política social. Opina que el gobierno necesita  invertir más dinero en programas sociales para compensar a la población y reorganizar toda la estructura estatal de servicios sociales, ya que hay una disgregación y politización.

Observa que una sociedad no se institucionaliza mientras siga siendo un mecanismo político en vez de ser una dimensión del Estado institucionalizada.

FERNANDEZ EN POSICION VENTAJOSA

Dice que a pesar de la situación antes planteada, el presidente Fernández se encuentra en una posición ventajosa respecto a los candidatos perredeísta y reformista,  Miguel Vargas Maldonado y Amable Aristy Castro, respectivamente, ya que éstos, afirma, confrontan serios problemas. Dijo de sus partidos, el PRD y el PRSC que están debilitados y no han desarrollado campañas a nivel nacional para unas elecciones generales. 

Para el presidente Fernández mantener esa aventaja, agrega Espinal, Fernández,   tiene que prestar atención a  que el gobierno no se descalabre en denuncias de corrupción y dar respuesta rápida al sentir de la población.

NO HABRA GRANDES CAMBIOS

Espinal no advierte muchos cambios por parte del presidente Fernández en su gabinete, ya que históricamente el estilo del mandatario es el de tratar de no crear problemas, tiende a tener estabilidad en sus funcionarios, el tratar de mantener lealtades fijos  y no crear incertidumbre en sus aliados y colaboradores.