La competitividad de la industria turística dominicana está seriamente amenazada por factores internos como son la alta carga tributaría que tiene ese sector, y por factores externos como la crisis europea, por lo que se necesita de políticas de Estado para resolver esa situación
Así lo dijo el presidente de la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (Asonahores), Julio Llibre, durante la presentación del estudio Los Problemas Impositivos que Afectan la Competitividad de la Industria Turística Dominicana, el cual fue elaborado por la firma de consultoría económica Ecocaribe.
El estudio plantea la necesidad de ejecutar políticas macroeconómicas (tributarias, cambiarias, crediticias, tasas de interés, y sectoriales), dirigidas a remover distorsiones y elevar la competitividad, siempre dentro de un marco de estabilidad e inflación baja.
Recuerda que el porvenir del país está vinculado al desarrollo del turismo, por ser la actividad económica más importante de la nación.
El estudio arroja que el turismo ha estado creciendo, pero por debajo del promedio mundial, e incluso del de las Américas.
Resalta que los impuestos juegan su papel al constituirse en un costo para el sector, por que lo principal en materia tributaria es evitar que haya impuestos que lesionen la competitividad y se constituyan en distorsiones que limiten la capacidad de crecimiento de las empresas
Puntualiza que a pesar de eso, el énfasis se hace en el privilegio que recibe el turismo a través de las leyes de incentivos, en vez de concentrarse en identificar y eliminar esas distorsiones.
Explica que de acuerdo a estadísticas del Ministerio de Hacienda, en el 2011 sólo el 1.2% de los llamados gastos tributarios o impuestos dejados de percibir por el gobierno, son por incentivos al turismo.
El presidente de Asonahores dijo que la alta carga impositiva del sector turismo en el país aleja las inversiones, ya que los inversionistas le dan prioridad a la rentabilidad que le puede ofrecer su proyecto en un determinado destino, antes que a cualesquiera otras ventajas.
Dijo que en el país, tal como lo destaca el estudio, sólo la carga tributaría por consumo de un turista es de un 23%.
Agrega que cada turista en el país paga al fisco US$234.51.
Aclara que a pesar de que se plantea que ese impuesto quien lo paga es el turista directamente, incide negativamente porque obliga al hotelero a tener que bajar el precio de su oferta.