ARENOSO. Investigaciones hechas sobre las avenidas del río Yuna durante los días del 23 al 26 de mayo pasado dan cuenta de que las inundaciones en Arenoso, en el Bajo Yuna se debieron a que su cauce transportó un exceso de cerca de 400 metros cúbicos por segundo, evento que ocurre históricamente cada cien años.
Esto contrasta con la posición externada por algunos productores privados de arroz, que plantean que el problema fue causado por alegados vicios de construcción en la obra de riego Aglipo II.
Técnicos descartaron que por esa causa se provocara una sobrepresión que derivara en inundaciones y en daños al canal derivador principal que alimento los 125 kilómetros de canales de irrigación, porque en la zona hay una capacidad que duplica la cantidad de manejar agua del cauce y no se hace un estrechamiento o embudo, sino todo lo contrario.
Sin embargo, reconocen que la intervención de la mano del hombre en la manipulación del muro lateral, extrayendo arena indiscriminadamente y la existencia de viviendas habitadas en las márgenes son debilidades que si no se corrigen provocaran nuevas incursiones del Yuna.
Dijeron que esta situación se ha estado dando en los lugares conocidos como la Cueva del Cuco en el Platanito, en La Cole y La Tronca, y hasta en el mismo poblado de Arenoso, donde el río en ocasiones penetra viviendas que están en la margen izquierda.
[b]La versión técnica [/b]
El ingeniero Marco Tentolio , director de proyectos por parte de la empresa contratista Impregilo Ingco y encargado de las construcción de AGLIPO II deploró que personas no versadas en la materia aleguen de manera alegre que lo ocurrido luego de las inundaciones del Yuna haya sido por vicios de ingeniería.
Explicó que AGLIPO II fue diseñado para manejar un evento del río Yuna de 600 metros cúbicos por segundo y no se esperaba en el corto plazo que produjera por encima de los mil metros cúbicos por segundo como ocurrió. «Afortunadamente paso solamente eso. Y al final aunque esos paños estaban allí en el canal principal eso no impidió que pasara agua y en el encargado de Distrito del INDRHI con su personal repusieron el movimiento del riego y no hubo ninguna consecuencia en el sistema de riego»
Dijo que un vicio de construcción es cuando la obra se ejecuta violando lo estipulado en el diseño y la misma tiene dificultades para funcionar. Explico que afirmar que hay vicios de construcción no tiene fundamento y que AGLIPO II fue diseñada y supervisada por el consorcio japonés dominicano Pacific Consultants International y la empresa nativa E. A. Roa y Asociados y ejecutada por el consorcio Italo dominicano Impregilo Ingco. Son empresas que han estado trabajando en el país y a nivel internacional en obras mas importantes que esa y no han tenido ningún problema.
«Se construyeron según las normas internacionalmente reconocidas de la construcción. Estos señores no tienen idea de lo que es un vicio de construcción y no saben como se hizo la obra, porque nunca tuvieron contacto con nosotros, ni durante la ejecución ni en la supervisión, y por tanto no tienen ningún fundamento».
Defendió la calidad de la obra, y dijo que ante un evento de un río que se produce talvez cada cien años, de no haber calidad en a construcción y una estricta observación tecnológica del diseño otros daños pudieron haberse registrado en la estructura del proyecto.
«Lo que queremos aclarar de una vez y por todas las publicaciones que han salido en los periódicos días pasados y esta semana es que se este hablando de vicios de construcción que no los hay. Ahora pueden tener esos señores problemas de naturaleza diferente que no tiene que ver con la construcción de la obra, eso es una cosa que hay que dejarla bien clara, eso de intentar involucrarnos a nosotros en cuestionar la calidad d la obra y en la ejecución de la construcción es algo incorrecto».
Afirmó que los paños del canal principal que resultaron destruidos fue por efecto de la fuerza incontrolable de la naturaleza, al entrar al canal una cantidad de agua mucho mayor de lo que se había considerado en el diseño de la obra.
Argumentó que si el problema pudiese atribuirlo al diseño o a la calidad de la ejecución, con el excedente de agua que produjo el Yuna en lugar de remover paños del canal principal en 100 a 150 metros, otro pudo haber sido el resultado. Al quedar intacta la obra eso explica que no fue cuestión de vicios ni de calidad, sino que se produjo un evento inesperado de la naturaleza y agrego que en todo el trayecto del canal de 20 kilómetros solo hubo problemas en esos puntos aun cargando una cantidad de agua fuera de su capacidad.
Opinó que con un caudal de mil metros cúbicos por segundo no hay manera de controlar un río desbordado con la fuerza del Yuna, aun existiese un muro de contención en la parte baja de Arenoso.
Aconsejó a quienes plantean que que hubo vicios de construcción en AGLIPO II a que si quieren tratar otras diferencias, no lo hagan utilizando asuntos técnicos de ingeniería porque no es posible.
De su lado, el ingeniero Ignacio Guzmán, encargado del proyecto por parte del INDRHI dijo que se trato de un fenómeno natural inevitable y estimo que es económicamente inviable hacer correcciones al proyecto AGLIPO II para eventos que ocurren cada cien año como el ocurrido en el trayecto del 23 al 26 de mayo pasado. «Corregir los drenajes, o a las alcantarillas, para tener eventos de cien años, hasta donde va a llegar esa inversión?. Pero si podía ayudar en construirse el muro del río que es por donde entra el agua y embiste el terraplén del canal principal», agrego el funcionario.
De todos modos considero que los daños provocados al canal principal del Proyecto Agrícola Guayabo, Aguacate y El Pozo (AGLIPO II) por la mas reciente avenida del río Yuna, no se debió a vicios de construcción de la obra, sino a un evento natural de exceso de agua que elevo el cauce a mas de mil metros cúbicos por segundo, y logro inundar las márgenes al encontrar huecos en el muro lateral que lo encauza.
Al rechazo de la versión de que hay vicios de construcción en AGLIPO II se unieron
Aurelio Gómez Marte, encargado de Distrito de Riego, así como Dionisio Jiménez, presidente de la Junta de Regantes, y Francisco Santos Morel, productor de arroz, dijeron no estar de acuerdo con las afirmaciones de los productores privados de arroz de que en AGLIPO II hay vicios de construcción.
«Hasta que no se haga ese muro, el canal va a seguir desbaratándose todo el tiempo, porque no hay otra posibilidad de controlarlo. Abogamos que las autoridades del INDRHI vengan y hagan el muro, cuando se haga el muro, se termino el problema», considero Dionisio Jiménez, el presidente de la Junta de Regantes.
De su lado, Francisco Santos Morel, arrocero de Arenoso, dijo que lo único que contiene al río Yuna en sus avenidas para que no inunde la zona de arenoso es un muro de unos 20 kilómetros que las autoridades comenzaron a realizar al tiempo que lo dragaban, pero que no ha sido completado.
«Lo que queremos es que se nos haga un muro al río en la margen izquierda, porque con el muro el canal se protege, porque si no siempre vamos a estar en lo mismo, porque sin el muro, cuando el río se bota entonces se lleva el canal porque es demasiada el agua que trae».
Santos Morel aseguro que en los lugares conocidos como La Cueva del Cuco, La Cole y La Tronca es que el río ha hecho mas daño y dijo que era por la ausencia del muro lateral.
[b]Datos hidrológicos[/b]
El río Yuna, en la zona baja tiene dos afluentes importantes, el Camú y Payabo. En sus avenidas, el registro Hidrológico histórico que tiene el INDRHI es que lleva 600 metros cúbicos por segundo de agua en eventos que ocurren cada 5 años, supera esta cantidad cada 15 o veinte años y cada 100 años es capaz de superar los mil metros cúbicos por segundo.
Que se recuerde, solamente durante el huracán David el Yuna logro acumular de su cuenca que tiene cerca de 150 kilómetros cuadrados, mas de 600 metros cúbicos por segundo de agua, pero el comportamiento de los días del 23 al 26 de mayo solo es registrado cada 100 años.
Los aguaceros del 23 al 26 de mayo, hicieron que el Yuna llevara por encima de mil metros cúbicos por segundo, en una coyuntura en que su obra reguladora del momento, la presa de Hatillo estaba llena y vertiendo, lo que indica que el exceso de mas de 400 metros cúbicos por segundo, desbordo su cauce incluso en la zona de la obra de toma de AGLIPO II que tiene una capacidad de manejar la entrada de mil metros cúbicos por segundo.
El canal derivador principal, a pesar de su potencial para transportar 10.5 metros cúbicos por segundo de agua tomada del Yuna para irrigar arroz, no pudo manejar el gran caudal que en su avenida le introdujo el río, dañando parte de las canaletas en una distancia de 150 metros en la zona de Arenoso.
En la obra de toma, explicaron los ingenieros Guzmán y Marte, hay un dique de goma, fabricado por la empresa japonesa Bridgestone, cuya función es ser inflado manualmente o por corriente eléctrica para elevar el caudal del canal principal que alimento los 150 metros de canales secundarios que tiene el proyecto cuando los arroceros reclaman agua. Cuando el río hace sus avenidas este muro artificial es desinflado y el agua es vertida sin obstáculo hacia su destino que es la Bahia de Samaná.
Esto indica, explicaron los ingenieros, que la obra de toma no es la responsable de que el río se saliera de su cauce rompiendo el muro de contención en la zona de Platanitos, lo que produjo el levantamiento de los paños de concreto del canal principal.
[b]Beneficios esperados[/b]
El objetivo principal de AGLIPO II es incorporar a la producción agrícola 125 mil tareas de los asentamientos de la Reforma Agraria, ubicados en las comunidades El Aguacate y El Guayabo. Se le garantiza el agua a otras 50 mil tareas en la margen derecha del río Nagua y el drenaje en 250 mil tareas.
Para esto han sido necesarias obras como la construcción de una obra de toma de seis compuertas reguladoras y u dique de goma inflable de 56 metros de largo y 4.20 metros de altura para regular las aguas del Yuna y eliminar las bombas para irrigar, sustituyéndolas por irrigación por gravedad, construcción de una red de caminos parcelarios de 130 kilómetros para el tránsito vehicular liviano y pesado en todo el año, construcción de diques de control de marea para evitar que el mar entre a la desembocadura y a los sistemas de drenaje, construcción de 135 kilómetros de drenajes principales y secundarios, una red de 125 kilómetros de canales de los cuales 20 kilómetros son principales y el resto secundarios en mas de 125 mil tareas en El Aguacate y El Guayabo, mejorar las condiciones de los drenajes en mas de 225 mil tareas para producir arroz. De esta meta se han incorporado por el drenaje 60 mil tareas ya cultivadas y parte de ellas para pastoreo de ganado.
Los beneficios directos de AGLIPO II puede medirse cuando 5 mil familias de agricultores estarán disfrutando de las operaciones del proyecto en plena operación. Se estima que aportara al Producto Interno Agrícola Nacional (PIAN) RD$ 1,500 millones cada por el cultivo de arroz en el Bajo Yuna.
Cerca de 200 mil tareas han sido incorporadas luego de ser drenadas a la ganadería, haciendo de la actividad algo rentable en terrenos que antes eran pantanosos e impenetrables.
La intervención del Estado con esa obra sustituyo mas de 150 bombas que eran utilizadas con electricidad y combustible para irrigar las tierras del Bajo Yuna, lo que dijo, le agrego rentabilidad al proyecto principal de cultivo de arroz en el país.