Citan factores inciden en abandono de obras

Citan factores inciden en abandono de obras

POR LEONORA RAMÍREZ S.
La adjudicación de obras grado a grado y el abandono de las mismas están íntimamente vinculados con la corrupción, consideró Isidoro Santana,   quien junto con otros miembros de Participación Ciudadana (PC) analizó las razones por las cuales distintos gobiernos dejaron sin terminar 1,132 obras en un período de 40 años.

Sin embargo, resaltó que en la paralización de infraestructuras inciden otros factores, entre esos la improvisación y el clientelismo político, que aunque también están relacionados con el dolo, existen por sí solos.

 “En el caso de la corrupción, uno de los mecanismos de que se vale es el grado a grado, y la corrupción puede inducir mucho a los funcionarios a iniciar obras porque parece que es mejor negocio que concluirlas.

“Cuando hay transacciones turbias están más vinculados los procesos iniciales de la construcción que los finales, porque los funcionarios prefieren comenzar un proyecto  antes que continuar los que estaban en el camino, y cuando se da el grado a grado hay una enorme conexión en todo esto”, dijo Santana en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, donde PC ofreció más detalles sobre el Inventario Nacional de Construcciones Públicas Paralizadas, que hizo esa entidad.

De acuerdo con las cifras de la investigación, que abarcó el período de 1960 a agosto del 2004, antes de la década de 1990 se paralizaron 22 obras, de 1990 a 1996 69 infraestructuras, de 1997 al  2000 alrededor de 200 edificaciones, y del 2001 al 2004 otras 673, incluyendo 88 sin datos específicos que completan 1,132.

LO PERDIDO

Para Santana es cuestionable que un país con tanta escasez de recursos públicos y con tantas necesidades en el área social, haya invertido una cantidad considerable de fondos para dejarlos abandonados, con una rentabilidad social que para los fines es  cero.

Al abundar sobre lo que ha perdido el país con las edificaciones inconclusas expresó que primero son los recursos económicos que  pagaron los contribuyentes o que se deben en el extranjero.

Asimismo, la falta de aprovechamiento de la mayoría de esas obras, porque una carretera sin terminar se puede utilizar pero un puente no. “Pero hay otro impacto, y es que en la mayoría de los casos las comunidades quedan en peor situación que antes de iniciarse la obra, porque ese abandono cambia las condiciones de vida de la gente”.

Santana también destacó que esa cultura de dejar obras abandonadas no corresponde a un  sólo presidente o político, porque es una práctica de mucho tiempo.

“Y uno se encuentra con cosas que llaman la atención,  como  un presidente que duró décadas en el poder y no completó obras, o un mandatario que duró muchos años primero y dejó infraestructuras paralizadas y después volvió y no las continuó.

“O un presidente que abandona una obra que inició cuando su período va por mitad y comienza otra que posiblemente también la dejará sin construir, son cosas que hablan de nuestra irracionalidad y de cómo estamos desperdiciando recursos”.

Ante esa realidad, resaltó que el valor de la investigación de PC radica en tratar de provocar una conmoción entre los funcionarios y políticos, para que dejen de actuar de esta manera.

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