Tras el preacuerdo a que arribaron el PSOE y Podemos para formar Gobierno, ha trascendido un conjunto de propuestas de medidas impositivas que impulsarían para «cerrar la brecha fiscal con la UE», que implicaría un incremento de la recaudación en 80.000 millones de euros.
Entre esas medidas está una subida del impuesto sobre la renta de las personas físicas. (IRPF) hasta el 55%. Mientras que el pacto presupuestario entre ambos partidos hablaba de un tipo máximo para las rentas del trabajo del 52%, Podemos apuesta por ir más allá, hasta el 55 por ciento.
Plantea un aumento de la tributación de las rentas del capital. Se buscaría elevar también la tributación de las rentas del capital, fijando un tipo marginal del 27% en el caso del PSOE, cuatro puntos más que en la actualidad, y hasta el 30% en el caso de Podemos.
No obstante, la formación morada advierte de que después de este paso inicial habría que seguir incrementando la tributación para «corregir la injusticia» de la diferencia con las rentas del trabajo.

Un nuevo Impuesto de Patrimonio. Podemos habla también de la creación de un nuevo Impuesto de Patrimonio que sería igual en todas las comunidades y que no se podría bonificar. El partido liderado por Pablo Iglesias pretende fijar un tipo progresivo «para grandes fortunas» por encima de un millón de euros hasta el 3,5% del valor de los activos, con el objetivo de recaudar 13.000 millones de euros.
Otro impuesto sería un tipo mínimo para Sociedades. Se habla de un tipo mínimo en el Impuesto de Sociedades del 15%, aunque en el caso del PSOE esta cifra se referiría al 15% de la base imponible y, en el caso de Podemos, al 15% del resultado contable, y hasta 20% para el sector financiero.
Igualmente, se sugieren gravámenes añadidos para la banca y las industrias contaminantes. Aunque el tipo general del Impuesto de Sociedades es del 28%, para algunas empresas se podría elevar mucho más, hasta el entorno del 40%.

Dos de las figuras en las que hay un mayor consenso es un Impuesto sobre las Transacciones Financieras, conocido como tasa Tobin, que podría gravar con un 0,2% la compraventa de acciones, y el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales (tasa Google) dirigido a las grandes empresas digitales que venden publicidad y a otras plataformas de servicios.

Ambas formaciones quieren subir la fiscalidad del diésel al mismo nivel en el que ahora se sitúa la gasolina, lo que implica un incremento de diez céntimos por litro.
Acabar régimen
Se plantea, además, acabar con el régimen tributario de las Socimis y Sicav. Por otra parte, ambos quieren incrementar la fiscalidad de las sociedades de inversión inmobiliaria (Socimis), aunque discrepan en la vía para hacerlo. El acuerdo presupuestario hablaba de fijar un tributación del 15 por ciento sobre los beneficios no distribuidos.