El director ejecutivo de Ciudad Alternativa, Román Batista, manifestó ayer que los megaproyectos que desarrolla el Gobierno representan una lejanía con las urgencias populares y una cercanía y vinculación a las iniciativas corporativas de la sociedad de poder que los diseña y ejecuta.

Aseguró que el problema urbano no debe desligarse del nacional, definido como un desequilibrio territorial por el establecimiento de políticas inequitativas, de exclusión social y con total ausencia participativa de la sociedad civil.

Al exponer en el seminario “Los megaproyectos y su impacto en la ciudad de Santo Domingo: análisis, perspectivas y desafíos”, señaló que la modernización de la ciudad se realiza sin planificación urbana.

“Las estrategias de desarrollo urbano deben desprenderse del desarrollo integral. No podemos desligar la ciudad de Santo Domingo del resto del país”.

Estimó que el único fin de esas políticas gubernamentales es defender y ampliar los intereses del capital inmobiliario moderno.

La población no necesita moverse más rápido, aseguró, lo que se necesita es descentralizar los servicios y articular los recursos humanos, financieros, políticos y naturales.

En la actividad, que se desarrolló en el hotel Lina,  también participaron los arquitectos Omar Rancier,  Magaly Caba, Cristóbal Valdez, Gustavo Valdez, y   Nicolás Guevara.

Batista explicó que el objetivo del seminario es propiciar reflexiones y formular propuestas alternativas.