POR ELVIS LIMA
La capital comenzó ayer a recobrar de forma tímida su ritmo habitual luego de las actividades del viernes Santo; y aunque la mayoría de los colmados y colmadones reabrieron sus puertas, la demanda de público era mínima.

En horas de la tarde, el transporte público de pasajeros fue reducido de forma significativa, a pesar de que algunos vacacionistas adelantaron el retorno, sobre todo los que se encontraban en balnearios cercanos a la ciudad.

Otros que optaron por permanecer en sus hogares improvisaron balnearios en las calles, con características playeras, poniendo así de manifiesto creatividad e imaginación.

En sectores como Villa María, 24 de abril y 27 de febrero, fue notoria la gran cantidad de personas que se aglomeró para disfrutar de las improvisadas playas.

Piscinas inflable, arenas, sombrillas, paraguas, casas de campaña y frituras con todos los alimentos propios de la ocasión, fueron parte de los elementos que sirvieron de adornos a los creativos diseños que aglutinaron a muchas familias en la calle Luis R. Acosta con Julio de Peña Valdez, antigua ocho del Ensanche Espaillat.

«Bebé, ten cuidado si te quemas», advirtió una joven madre a uno de sus dos hijos momentos en que este degustaba de una batata frita, mientras en el otro extremo de la calle, el menor de los dos se daba un chapuzón en una piscina plástica de unos cinco metros de anchos por tres de largo.

Para los organizadores de la jornada, en esta ocasión las expectativas fueron superadas debido a la gran cantidad de personas que atendió el llamado de permanecer en casa junto a su familia.

Víctor Manón, secretario general del Grupo de Apoyo Comunitario del Ensanche Espaillat, afirmó que además de mantener unidos a los vecinos del lugar, la jornada busca rescatar el significado de la semana mayor.

» Este año muchas personas se han sumado a nuestra jornada ante la falta de recursos para ir a otros lugares de esparcimiento, otros ante el temor de coger carreteras y algunos temen dejar sus viviendas solas ante el auge de la delincuencia», aseguró Manón.

VILLA MARIA ENTRE MUSICA Y RELIGION

Al igual que en el Espaillat, en el sector Villa María fue notoria el número de personas que dejó a un lado los problemas del diario vivir para disfrutar de las actividades preparadas para la ocasión.

La calle Yolanda Guzmán casi esquina 13, fue el escenario escogidos por los parroquianos para disfrutar de los balnearios improvisados, junto a varias actividades deportivas.

Mientras una discolight con regaettón y merengue alegraba a los presentes con su potente sonido que estremecía todo el entorno.

David Mejía, encargado de organización afirmó que además de las actividades deportivas, el programa incluyó jornada de oración, ya que la fecha no debe ser vista solo con carácter de diversión.

Indicó que la actividad fue diseñada para el disfrute de toda la familia, y que en momentos como estos se hace necesario también buscar de Dios.

NO TODO FUE FIESTA

A diferencia de otros lugares, decenas de jóvenes de ambos sexos la Parroquia San Elías Profeta del sector de Villas Agrícolas marcharon por las calles con mensaje cristiano.

Portando pancartas, y lanzando cánticos y alabanzas los adolescentes llamaron la atención de la población sobre la importancia de rescatar la fe, y recordar el sacrificio de Dios a favor de sus hijos.

Elvis Valdez, coordinador de la jornada religiosa afirmó que hoy más que nunca se hace necesario rescatar los valores cristianos, ya que a su juicio las fiestas paganas han distorsionado el significado de la Semana Santa.

» Salimos a las calles anunciar a nuestro jóvenes que en cristo hay nueva vida, que tenemos un nuevo mundo en Jesús de Nazaret», precisó Valdez.

Indicó que además de la marcha el programa continua hoy con misas y jornadas de oración en los diferentes calles de la barriada.

En tanto, en la avenida George Washington, las actividades comerciales eran reducidas, mientras muchos padres se la pasaron volando chichiguas junto a sus hijos.