Ciudad Nueva pierde su encanto

<P>Ciudad Nueva pierde su encanto</P>

Ciudad Nueva ya no es lo que era. En esta zona privilegiada de la Capital hay inseguridad ciudadana,  bullicio, y se ha quedado sin  espacios para los encuentros y reuniones de otros tiempos.

De un lugar tradicionalmente de familias humildes y estudiosas, en    Ciudad Nueva crece la inseguridad ciudadana, el bullicio, pero además, se ha quedado sin  espacios para los encuentros y reuniones de otros tiempos.

Quienes habitan el lugar, ubicado entre las avenidas Independencia y George Washington, y las calles Palo Hincado y Presidente Vicini Burgo, desde décadas atrás, paradójicamente, ahora sienten más miedo que en tiempos de revolución y revueltas.

En Ciudad Nueva los asaltos y los atracos se producen con frecuencia, tanto a establecimientos comerciales como a transeúntes, mientras zonas emblemáticas como los alrededores del Cementerio han sido convertidas en letrinas por choferes y cobradores de guaguas.

De acuerdo a Fernando Lamarche, quien vive en la calle Juan Pablo Pina, desde antes de la Revolución de  1965, a partir del término de ese episodio las rencillas que quedaron comenzaron a dividir a los vecinos, por lo que ahora ya nadie se preocupa por el  que vive al lado ni les importa su suerte.

Precisamente el 24  de este mes se cumplen 46 años de la Revolución de Abril, que demandaba la vuelta del gobierno constitucional del profesor Juan Bosch, derrocado mediante un golpe de Estado en 1963 y que echó por tierra todos los proyectos  democráticos que consagraba  la Constitución de ese momento. 

Expresa que la falta de sensibilidad humana ha llegado tan lejos que hace poco un vecino tiraba la basura en el techo de su vivienda, por lo que tomó medidas policiales.

“Cosas como esa no se veían antes, por el contrario, el vecino barría el frente de su casa diariamente y hasta los de quienes vivían a su lado, es lo que se llama vivir en comunidad.

Testigo.  La semana pasada fue testigo de un asalto del que  fue objeto  un turista que caminaba por la calle Pina, por parte de dos jóvenes que iban en una motocicleta.

Contrario a otros años, ahora casi todas las casas tienen verjas, porque los ladrones acechan  día y  noche para atacar.

El colmado Dumé, en la calle Padre Billini con Estrelleta, es uno de los negocios víctima de la delincuencia, por lo que su encargado,   Domingo Reyes,  cierra a las 8:00 de la noche, cuando antes lo hacía cuatro horas más tarde.

Francisco Estrella, señala que la Banca  Merengue, en la Padre  Billini con Pina ha sido asaltada en tres ocasiones, por lo que sus propietarios decidieron colocar seguridad  electrónica.

Zoom

Hasta las tapas

A principio de la semana fueron sustraídas todas las tapas de metales de los filtrantes en las calles del sector, lo que pone en peligro la circulación de vehículos y de quienes caminan por el lugar.

 Una maraña

Los cables del tendido eléctrico y de las telefónicas parecen tejidos de telaraña y a pesar de los anuncios para soterrarlos, no se ha hecho nada.

Vendedores

Abundan los vendedores ambulantes,  móviles y fijos.

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