República Dominicana es tierra de contrastes en su porción de isla de 48,198 kilómetros cuadrados.

Sus bondades y atractivos turísticos van desde sus hermosas playas irradiadas por un sol casi permanente durante el año, sus paisajes y frescos ambientes de montañas, hasta sus cimientos y rastros históricos que se concentran en diferentes ciudades del país y que datan de más de 500 años.

Para ser testigo de una época colonial donde convergieron varias culturas a lo largo de tantos años, lo mejor es llegar a la desembocadura del río Ozama con el Mar Caribe, donde se levantó la primera ciudad del Nuevo Mundo, hoy conocida como Ciudad Colonial de Santo Domingo.

Para su disfrute y conocimiento no importa la hora del día. Cada trascurrir de sus horas te hará verla en una metamorfósis de colores de sus estructuras, mientras el sol las acaricia con diferentes grados y tonos hasta dejarlas bronceadas con sus últimos destellos al atardecer.

En medio de la noche, el mismo entorno evoca a lo romántico, a la diversión, a un simple paseo cultural, que cada vez se hace distinto entre sus estructuras coloniales, y otros atractivos modernos, que la mantienen con vida y despierta para los fascinados que muchas veces pueden ser sorprendidos por un canto de pájaros o por palomas que hacen remolinos en el aire, mientras vuelan saludando el amanecer. Conocer la Ciudad

Colonial. Sin lugar a dudas, todo el que quiere conocer Santo Domingo como capital y desde sus orígenes, tiene que llegar hasta la Ciudad Colonial.

Para adentrarse en su historia el recorrido puede hacerse a pie o en el tren cultural denominado “Chu Chu Colonial, que por módico precio se aborda en las proximidades de la Catedral Santa María la Menor o Primada de América.

Las tarifas dependerán de los grupos o familias que soliciten el servicio entre las 10:00 de la mañana y las 5:00 de la tarde, en un paseo de 45 minutos.
En ese mismo horario es que funcionan abiertos la mayoría de los museos de contenidos multitemáticos.

La historia. El primer asentamiento de españoles se remonta al 1493 en la parte Norte de la isla. Más luego el interés de estos se traslada más al Sur, donde fue fundada La Isabela, el 4 de agosto de 1496 por el hermano de Cristóbal Colón, Bartolomé Colón. El nombre de La Isabela viene dado en honor a la Reina de España Isabel I.
Más tarde pasó a llamarse “Santo Domingo”, en honor al patrono de Doménico Colombo, padre de Cristóbal Colón.

Desde entonces la ciudad de Santo Domingo llegó a ser conocida como Puerta de entrada al Nuevo Mundo, o Primada de América.

Para la época, estaba limitada al Norte y al Oeste por unas grandes Murallas de defensa y en sus extremos Sur y Este por el Mar Caribe y el Río Ozama.
En 1502, Santo Domingo fue destruida por un huracán y el nuevo gobernador, Nicolás de Ovando, la reconstruyó en un sitio cercano al otro lado del afluente.

Por conservar su diseño original y gran parte de sus murallas defensivas y edificaciones fue declarada en 1990 Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Oferta cultural arquitectónica. La zona colonial de Santo Domingo ofrece una impresionante colección de edificios del siglo XVI, incluyendo casas palaciegas e iglesias que reflejan el estilo arquitectónico de la época medieval.

Entre sus edificios coloniales más importantes resaltan la Catedral Santa María la Menor, el Alcázar de Colón, el Monasterio de San Francisco y el Museo de las Casas Reales.

Otras construcciones destacadas son el Parque Colón, la Fortaleza Ozama, el Panteón de la Patria y la Iglesia del Convento de los Dominicos.

Actividad moderna. El entorno colonial, propio de una época de colonizadores españoles, hoy día forma parte de los principales atractivos de la moderna ciudad de Santo Domingo.

En su zona confluyen decenas de centros culturales promotores de diferentes manifestaciones artísticas.

Asimismo entre sus emblemáticos edificios, casas y calles funcionan restaurantes, tiendas de artesanías, imprentas y agencias de viajes.

Las tiendas de contenidos usuales se concentran en la calle peatonal del Conde, la que fue sometida por las autoridades a su cargo a un proceso de rescate que incluye más seguridad 24 horas al día.

De la mano a la actividad comercial, decenas de museos ofrecen exposiciones de colecciones bien conservadas y las que resultan de interés para estudiantes de todos los niveles, familias, turistas y personas que usan sus locaciones para sesiones de fotos de bodas, 15 años y producciones cinematográficas.