Ciudadanía, memoria e identidad espacial

Ciudadanía, memoria e identidad espacial

Grupos e intereses hacen lobby, ahora,  quieren tumbar la Muralla, antes tumbaron el Jaragua, Gascue; tienen cerrados los mayores espacios públicos de la ciudad, prohibiciones van y vienen, tienen su idea de ciudad y la ciudadanía otra; desalojan los vendedores de la ciudad histórica, tienen un proyecto que no es el nuestro, somos demás en “su” ciudad. 

La ciudad no la hacen sus monumentos, lugares o actividades. La ciudad es espíritu, vida, recuerdos, el ayer, el hoy, es subjetividad pero es construcción colectiva, todos hemos hecho la ciudad, entre todos, sin conocernos, a distancia y sin comunicarnos. Pero el resultado es de nosotros, calles, callejones, escalinatas, puentes, murallas y fuertes, son partes de nosotros, con ellos hemos crecido y con ellos nos gustaría poder contar partes de nuestras vidas. Es un espacio memoria colectiva, del Conde a la cabeza del puente, a Ciudad Nueva, al cementerio donde descansan Jacques Viau, Capocci y Riviere, tres que no habían nacido en ella, pero que defendieron “su” ciudad hasta su muerte.

Quieren tumbar la Muralla porque “obstaculiza” la visual: diríamos, que  todo depende donde te pones, de donde miras. La identidad es memoria, la memoria visual, espacial, social que siempre es histórica, entonces uno se pregunta siempre ¿por qué ese empecinamiento a desconstruir la ciudad, a quitarnos pedazos de nuestra memoria? Borrar espacios de ciudad es borrar vidas, porqué borrarnos vidas? El viejo Jaragua, Gascue entera, han desaparecido y con ella la memoria de unos residentes con gustos cosmopolitas, que mantuvieron  espacios verdes en una ciudad tropical, asfixiante y pegajosa.

La recuperación de la memoria contenida en los centros históricos pasa por un proceso de formación de ciudadanía por ser el sujeto de esa apropiación, pero además tiene que ser su defensor. Tumbar la muralla Trujillo es secuestrar la memoria del pueblo, es amputarla para que algunos turistas vean la Zona Colonial, porqué no cruzarlos del otro lado, para que caminen la zona colonial, para que hablen con sus habitantes,  la ciudad amurallada es su gente, es vida todavía y debemos a toda costa, recuperarla, hacerla querer, defenderla incluyendo la Muralla. Otra vez nos quieren amputar, siempre nos quieren quitar algo de nuestra memoria, hasta cuándo, hasta cuándo, hasta que el pueblo disfrute sus parques, sus palomas, sus callejones y por fin, decida que sí! es Patrimonio de la Humanidad, pero primero es, su Patrimonio personal.

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