Ciudadanos afirman reforma afecta bonanza navideña, denuncian alzas

Ciudadanos afirman reforma afecta bonanza navideña, denuncian alzas

La economía en Navidad está como el tiempo, fría. No hay dinero para darse un gustico, tendremos que comprar lo necesario, en este caso comida y dejar la ropa para después”, exclamó Rosa Gil, del sector Los Girasoles mientras observaba con  asombro el precio  de la ropa en una tienda de una plaza comercial en Santo Domingo.

Como  la señora que se dedica al negocio de bienes raíces, nueve personas entrevistadas por HOY, entre ellas empleadas del sector público y privado, así como pequeños empresarios, consideran que el alza de los precios como consecuencia de la Reforma Fiscal disminuirá la bonanza que en años anteriores se percibía en diciembre.

Durante el recorrido realizado ayer se observaron las tiendas vacías, a pesar de los anuncios de entre un 20 y 50 por ciento de descuento en sus puertas.

Asimismo, el movimiento bancario era casi nulo. Largas filas solo había en el Banco de Reservas (BanReservas), donde los empleados  públicos retiraban su salario número trece.  

La pareja de esposos Francisco Cerda y Andy Reyes, ambos trabajadores del sector público, prefirieron hacer sus transacciones bancarias en un centro comercial debido a los índices de asaltos registrados en el área metropolitana.

“Aquí nos sentimos más seguros, porque  hay seguridad y retiramos el monto deseado y salimos y abordamos nuestro vehículo”.

Situación de familia.  Josefina Reyes, maestra residente en Villa Altagracia y madre de tres hijos, lamentó no recibir el dinero suficiente para poder comprarle dos piezas de ropa a cada uno de sus niños.

“Yo iré a Villa Consuelo a ver si consigo al menos tres pantalones con precios menos elevados, porque mi esposo está desempleado y a mí ni con el doble sueldo me alcanza para cubrir todos los gastos”, explicó.

La misma situación enfrenta el electricista Margarito  Marrero, padre de cuatro hijos, quien afirmó que desde hace muchos años dejó la tradición de estrenar ropa.

“La cosa está muy difícil para nosotros los pobres y yo les he enseñado a mis hijos que lo más importante es buscar de Dios y llevarse algo de comer a la boca, no hacer un gran banquete”, sostuvo el señor residente en Los Alcarrizos.

Mientras para Melvin Santana, periodista de modas y espectáculos, “la piña está agria”. El profesional partirá a Estados Unidos a trabajar durante diciembre para poder sustentar sus gastos. “Esta reforma nos ha perjudicado a todos, sin embargo, yo no voy a echarme a morir, tengo que trabajar para darme mis gustos y los de mi familia”.

Karina Mejía joven militar y madre de un niño, todavía no ha cobrado su sueldo trece. “Espero recibirlo el lunes, pero ya sé que este año no se compra ropa porque también hay que invertir en los juguetes del Día de Reyes que están bastante caros y el ingreso no iguala a los gastos en los que debemos incurrir”, manifestó.

 Para Dulce Ramírez, una joven de 23 años estudiante del cuarto de bachillerato y desempleada hace tres días esta es la mejor época del año. “Con el dinero de mi liquidación, porque mi empresa cerró, voy a comprarme mucha ropa, yo no le paro a que las cosas estén caras o baratas, para eso trabajo”, señaló.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas