Con diversos actos se conmemoró ayer el 58 aniversario del asesinato de las Hermanas Mirabal y el chofer Rufino de la Cruz, hecho acontecido en la ciudad de Puerto Plata el 25 de noviembre de 1960 y el que de acuerdo a historiadores nacionales, marcó el principio del fin de la dictadura que encabezaba el tirano Rafael Leónidas Trujillo Molina.
Entre las actividades conmemorativos se realizó una misa en el templo parroquial San Juan Evangelista, la cual fue oficiada por el obispo Emérito de la diócesis de San Francisco de Macorís, monseñor Jesús María de Jesús Moya, y en donde además estuvo tocando algunas piezas sacrosantas y el himno del 14 de Junio el Orfeón de Santiago, esta vez dirigido por Marino Vargas y Pedro Bergés.
Luego se llevó a cabo un acto lírico-cultural en el Museo Hermanas Mirabal, donde varias instituciones depositaron ofrendas florales ante el mausoleo de Patria, Minerva, María Teresa y Manolo Tavárez Justo.
En la actividad hablaron las embajadoras de los Países Bajos, Annemieke Verrijp, y de Canadá, Shauna Hemingway, quienes resaltaron el espíritu de lucha y valentía de las heroínas de Salcedo, las cuales según las representantes de los citados países ya no corresponden a esta demarcación sino que son de todo el mundo.