De 14 ciudadanos consultados 13 reprochan al presidente Danilo Medina su decisión de no asistir al acto de cambio de mando y esperar el discurso del presidente entrante Luis Abinader.
Algunos definen la decisión como un irrespeto al protocolo, la historia y al proceso democrático del país, pero otros como un acto de cobardía, por temor a escuchar las acciones contra la corrupción que tomaría el nuevo mandatario a partir del próximo domingo cuando asuma la rienda del Poder Ejecutivo.
Luis Brito, empleado, cree que el presidente Medina debió asistir al acto de cambio de mando, porque no hacerlo es un irrespeto al país, ya que todos los anteriores han estado presente, sin importar lo que se diga.
Josefa Franco, oriunda de Barahona, considera que si los demás han estado presentes en los traspasos de mando, desde Balaguer hasta Leonel Fernández, no hay razones para que Medina sea la excepción.
De su lado, Francisco Lambert, chiripero, cree que Medina apela a una excusa piadosa para no asistir a la toma de posesión del presidente electo, ya que no puede alegar peligro de contagio por el coronavirus, debido a que ha estado en acto sociales, como campaña política, inauguraciones y otros.
En tanto que David Frías, profesor de primaria, entiende que la excusa que expone Medina para su ausencia en el acto de traspaso de mando, el próximo domingo, no es válida, ya que él ha estado en las calles en campaña, inauguraciones, visitas sorpresa y otras actividades.
Considera que Medina actúa como si no aceptara el triunfo electoral de Abinader, y rompe con una tradición de más de 40 años.
Juana Beltré, profesora de media, recuerda que la historia política dominicana enseña que el presidente saliente entrega la banda presidencial al que entra, por lo que la decisión de Medina de no hacerlo el domingo rompe con ese protocolo.
Expresa que al alegar una posible contaminación por covid-19 se cae, debido a que en los últimos meses Medina ha estado en contacto social con miles de personas.
Rosaura Sepúlveda, precisa que el presidente Medina debió terminar con la cabeza en alto y entregar la banda presidencial a su sucesor Luis Abinader, como se ha hecho en las últimas décadas.
De su lado, Arturo Valdez, Aurelio Adames, Isidro Domínguez, Domingo Díaz, Mary Díaz y el ingeniero Nidio Silvestre atribuyen la decisión de Medina a que este se encuentra atrapado entre los acto de corrupción.