Petra Saviñón 
Ciudadanos que acuden a la plaza Güibia, en el Distrito Nacional, manifestaron su malestar ante el cierre de los baños públicos, el de mujeres porque está dañado y el de hombres por causas desconocidas por la seguridad del recinto.
Wilson Gutiérrez que fue el sábado con su familia, su esposa embarazada y sus dos hijas de cinco y dos años, lamentó que el lugar de esparcimiento familiar construido con recursos públicos presente dificultades en asuntos tan básicos como el acceso a baños, y perjudique sobre todo a personas vulnerables.
“Dos muchachitas de esa edad y una mujer preñada y que no hallen dónde orinar es una situación incómoda. Imagine la cantidad de personas que va allí los fines de semana y sufre lo mismo ¿Qué opción les queda?”, expone.
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Carlos Adames cuenta que encima de lo desagradable que resulta bajar a la playa a hacer esa necesidad fisiológica al aire libre, enfrentan el peligro del descenso ente rocas, la marea alta y la delincuencia que merodea la zona.
Pidió a las autoridades tomar en cuenta todos estos factores y garantizar en su totalidad la seguridad de los ciudadanos que acuden a recrearse a ese espacio concebido como un distractor sano.
“Asegurar la vida de la gente incluye también esos aspectos, evitar riesgos”, recordó.
