En un sondeo realizado ayer por diferentes calles del Gran Santo Domingo, se pudo comprobar que las expectativas del dominicano no son muy positivas con respecto al nuevo año.
Juan Carlos Rodríguez, un joven que se dedica a la venta de pollos al carbón en Los Mina, espera que “la cosa” cambie en el 2019. “Yo veo esto un poquito difícil. Vamos a ver cómo nos va”, dijo esperanzado mientras esperaba en un puesto de ropa en la avenida San Vicente de Paul.
Mientras que Alexander Santana, que se dedica a trabajar con neumáticos en la calle Padre Castellanos, fue más drástico en su respuesta. “Cada día lo que viene es peor. Este año no parece ni que estamos en diciembre, por lo que lo que viene es peor”, reiteró Santana quien tiene 15 años como “gomero” y se crió en San Francisco de Macorís.
Otro que se expresó en iguales términos, pero dejó la ventana de la esperanza abierta, fue el motoconchista Germán Lisman. “La cosa ta’ mala pero hay que seguir trabajando, a ver si Dios nos mete su mano en el 2019”, expresó el hombre que lleva 17 años de su vida en la parada de la entrada de Los Prados de San Luis. Lisman aprovechó para pedir a la Policía Nacional que no trate a los motoconchistas como delincuentes. “Si estamos rotulados y con nuestros chalecos, no deben de tratarnos como si fuéramos asaltantes”, agregó.
Germán Santana, quien es un hombre que se dedica a vender frutas diversas y queso en la Máximo Gómez, expresó su frustración por la desigualdad social que impera en el país. “Yo lo que veo cada día esto peor. Yo no tengo esperanza. Aquí el más pobre siempre es más pobre y el rico siempre es más rico”, dijo Santana, quien culpó al Gobierno de que la situación esté tan difícil, para quienes luchan para subsistir.