Civismo al conducir, un acto de responsabilidad

Civismo al conducir, un acto de responsabilidad

Las estadísticas por accidentes de tránsito en la República Dominicana son más que alarmantes, ocupando el primer en Latinoamérica y el segundo de 182 países, incrementándose en la época navideña por imprudencia al conducir.

Los accidentes en este año son altamente preocupantes y en este mes de diciembre. Ya los hospitales traumatológicos y del Gran Santo Domingo anunciaron que están listos para recibir los accidentados del período navideño, reflejando esta situación una falta de cumplimiento a ley de tránsito y a las buenas costumbres y convivencia humana.

Tan solo observar las estadísticas del 2016,17 y 18 y las de los últimos 10 años, la cual bordea los 20 mil muertos por accidentes de este tipo. Esto nos dice, cuan urgente es implementar un Plan Maestro de Educación Cívica para toda la ciudadanía que comience en el hogar, continúe en las escuelas, en instituciones públicas y privadas de servicios como los choferes, motoristas y conductores en general.

Y, es que no basta con la represión, se requiere también, educar cívicamente a todo el mundo en la necesidad de respetar la Constitución, las leyes, reglamentos, normas, ordenanzas, decretos y resoluciones en todos los órdenes y niveles. Es decir, educar en los deberes y derechos que tenemos en la sociedad.

La mayoría de las muertes por accidentes de tránsito proviene del sector motorista del país, lo que quiere decir, que debemos prestarle atención primordial para reducir drásticamente los accidentes. Las imprudencias, el irrespeto, la temeridad, el incumplimiento de la ley y el conducir tomando alcohol, son de las cosas que ahora en navidad se incrementan.
La mucha basura en las calles y la temeridad al conducir reflejan claramente la falta de urbanidad y responsabilidad de gran parte de la población dominicana. Por lo que obligatoriamente, tenemos y debemos aspirar a vivir en un país limpio y seguro, en donde el conducir sea un acto cívico; no como ahora, que es el más peligroso en materia tránsito en América Latina y el segundo en el mundo desde el 2013. Eso esperamos para que el 2019, sea un ano de ventura, y no de tantas desgracia.

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