El Diccionario de la Lengua Española define el Civismo 1.m.) como “celo por las instituciones e intereses de la patria”, y 2.m.) como “comportamiento respetuoso del ciudadano con las normas de convivencia pública”.
Esta definición contrasta mucho con el accionar y mal comportamiento de muchos ciudadanos/as, funcionarios, líderes de organizaciones y sectores, familias y escuelas,producto de la profunda crisis moral que corroe a toda la sociedad dominicana.
Todo eso es posible debido al irrespeto y violación a la Constitución, a las leyes,reglamentos,decretos y resoluciones, así como al abandono de los valores cívicos- morales y éticos, “donde nada es nada, y todo es válido siempre y cuando convenga”,convirtiéndose en una costumbre en la República Dominicana.
Bajo ese esquema de debilidad institucional, clientelismo político, soborno, corrupción e impunidad y de adormecimiento de la conciencia social de una parte importante de la población, se ha vuelto difícil defender el normal y correcto funcionamiento de las instituciones y el interés general de la patria,y velar por el comportamiento respetuoso del ciudadano con las normas de convivencia pública.
Es justo decir, que a pesar de esa triste realidad, en estos momentos existe un cierto despertar de la población expresado, en la cada vez mayor participación de distintos segmentos de la sociedad en la Marcha Verde, así como otras voces calificadas, que constituyen la esperanza de la patria.
Queda claro, que la práctica del Civismo es una responsabilidad de todos. Comenzando con papa y mama en el hogar, siguiendo con los maestros/as en la escuela, en la comunidad y en el seno de las instituciones y del Estado. Por lo que la educación basado en valores cívicos-morales constituye una imperiosa necesidad.Apostamos a eso.
(La autora es periodista, pasada presidenta del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) y del Instituto de Previsión y Protección de Periodista (IPPP) y editora actual de la revista digital civismomagazine.com).