SAMANA.   Entidades cristianas, empresariales y comunitarias marcharon  en esta ciudad para expresar su repudio por el  asesinato de una educadora, degollada por desconocidos que penetraron a su residencia la semana pasada.

La víctima es Bethania Altagracia Ureña, de 72 años, nacionalizada norteamericana, quien residió por nueve años en esta localidad, donde era conocida por ser muy humanitaria con los desposeídos.

La Iglesia Evangélica San Pedro, de la que era miembro, organizó la protesta pacífica que recorrió diferentes calles de la ciudad en reclamo de que sea esclarecido el caso que ha consternado a los samanenses.

 “Samaná clama justicia por el crimen de Bethania”, fue la consigna que cobró fuerza en los protestantes a medida que se acercaban al edificio de la Fiscalía, ubicado en la calle María Trinidad Sánchez, de aquí.

El titular del Ministerio Público, Juan Medina de los Santos, recibió en su despacho una comisión integrada por el reverendo Moses James, Víctor Laureano, presidente de la Cámara de Comercio; el empresario Augusto González, de la Asociación de Dueños de Barcos, y el diputado Juan José Morales Cisneros, quienes externaron su preocupación por la forma como fue asesinada la dama.