La cúpula empresarial dominicana abogó ayer por una reforma fiscal Aintegral, oportuna y justa@, y propuso que en el cobro de los impuestos se enfatice en la eficiencia de la administración, el uso de los recursos y en la reducción del gasto.

Preocupa al sector empresarial que en la prisa por obtener mayores ingresos, las autoridades no se ocupen de enfrentar las causas por las cuales el país llegó a las actuales condiciones económicas y lo obligaron a acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI), que es el excesivo gasto público.

El sector empresarial fijó ayer su posición, en una conferencia de prensa donde participaron 30 representantes de diversas organizaciones industriales y comerciales.

Es indispensable que el Estado mejore la calidad del gasto público, afirmó Elena Viyella, tras abogar porque se fortalezca y optimice el uso de los recursos que se reciben de los contribuyentes en las áreas que más necesiten, como es la educación.

«Queremos que sea una reforma integral, que sea justa, porque en la medida que todos los percibimos como justa, pagamos todos mejor y todo el mundo se siente mejor. Esa justicia viene, primero, por una equidad en los impuestos y segundo, por una mejor administración y uso de los recursos», expresó Viyella, presidenta del Consejo Nacional de la Empresa Privada.

Lamentó que en las propuestas de reforma fiscal, no se especifiquen medidas para reducir el gasto público y eficientizar el uso de los recursos que «indudablemente, serán mayores@.

«Los impuestos, impuestos son y al final los imponen», puntualizó Viyella, en respuesta a si se debe o no ampliar la base del Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS).

Los empresarios también abogan porque las autoridades rindan cuentas a la población sobre el uso de los recursos del Estado, al afirmar que de nada vale que se aumente el cobro de impuestos, si esos recursos no se usan para mejorar el nivel de vida de la población.

«Lo más importante en esa reforma es eliminar reformas, barreras a la competitividad, porque no estamos aislado», dijo Viyella, tras afirmar que de nada vale cobrar impuestos, si se ponen obstáculos a las exportaciones.

Sobre el déficit cuasi-fiscal del Banco Central, principal motivo de la reforma fiscal, Viyella dijo que la venta de los activos pertenecientes a los bancos con problemas, es la solución a ese problema, no la vía fiscal.

Ponderó la necesidad de que el país recupere su estabilidad macroeconómica y logre un acuerdo con el FMI que provea los recursos frescos que van a mitigar los efectos de la crisis.

«De nada sirve aumentar la carga impositiva a todos los sectores de la vida nacional, si no lo acompañamos de acciones encaminadas a modernizar las instituciones del Estado, de una austeridad en los gastos y en lograr una mayor transparencia en la asignación y uso de los recursos de los contribuyentes», dijo Viyella.

Los empresarios se comprometieron a seguir invirtiendo en el desarrollo del país, pero ponderaron la importancia de que el gobierno comprenda la necesidad de facilitar la inversión y de eliminar los obstáculos que frenan la competitividad del productor nacional.