BAGDAD (AP).- Un grupo estadounidense defensor de los musulmanes llegó ayer sábado a Bagdad para pedir la liberación de la rehén Jill Carroll, mientras un funcionario iraquí exhortó a las fuerzas estadounidenses a liberar a las mujeres iraquíes detenidas, para salvar a la periodista cautiva.

El plazo fijado por los secuestradores de Carroll, que amenazaron matarla a menos que los estadounidenses pongan en libertad a todas las mujeres iraquíes presas, venció el viernes a la medianoche y desde entonces no se tienen noticias sobre su destino. La norteamericana de 28 años fue secuestrada el 7 de enero en Bagdad.

Una delegación del Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas vino a Bagdad desde Jordania para sumarse a las voces que reclaman la liberación de la cautiva.

“Somos los únicos que hemos venido desde fuera de Irak para pedir la liberación de Jill y estamos muy confiados en que oirán nuestro mensaje en nombre de los musulmanes estadounidenses’’, dijo el director ejecutivo del grupo, Nihad Awad, en el aeropuerto internacional de Bagdad.

“Dañarla no les redundará a ellos (los captores) ningún beneficio. Lo único que cabe es ponerla en libertad’’, agregó.

Corey Saylor, director de asuntos gubernamentales del consejo, dijo que Carroll “tiene antecedentes de ser objetiva’’.

“Sus antecedentes demuestran que abarca la cultura árabe y la cultura islámica’’, dijo. “Creemos que ponerla en libertad sería beneficioso tanto para el pueblo iraquí como para los musulmanes estadounidenses’’.

Asimismo el sábado, el viceministro de justicia Busho Ibrahim Ali dijo que las autoridades iraquíes pidieron a las autoridades estadounidenses que liberen a seis de las nueve mujeres iraquíes presas y anticipó que podrían quedar en libertad el lunes o martes, aunque afirmó que esta posible medida no era parte de ningún acuerdo con los secuestradores.