Clamor contra la falta de voluntad

Clamor contra la falta de voluntad

Aumenta cada día el número de entidades y personalidades que reclaman lucha contra la corrupción. La percepción de mal manejo de  intereses del Estado ha trascendido el ámbito local, donde ha sido denunciado por gobiernistas y opositores, y organismos internacionales, como el Banco Mundial entre otros, señalan como uno de los problemas graves del país la falta de voluntad para combatir la corrupción. El presidente de la Suprema Corte de Justicia, doctor Jorge Subero Isa, advierte que el flagelo de la corrupción aumenta en la medida en que no haya acción para combatirla.

 En varias oportunidades, directores de organismos oficiales especializados para actuar contra la corrupción, han expresado frustración porque se acumulan los expedientes e investigaciones, pero no se actúa contra los acusados. Con todo y esto, la aspiración del Ministerio Público es que quienes denuncien casos de corrupción presenten pruebas. Y esta  aspiración obliga a preguntar qué ha pasado con los expedientes debidamente elaborados por el Departamento de Prevención de la Corrupción Administrativa (DPCA) y antes que éste por el Departamento de Prevención de la Corrupción (DEPRECO), ambos adscritos al ámbito del Ministerio Público. No solo crece la percepción de que  hay corrupción, sino también la de que falta voluntad para enfrentarla.

Una dosis de transparencia

La Secretaría de Educación ha continuado, sin mucho bullicio, la investigación acerca de fraude en las Pruebas Nacionales. En las últimas horas reveló un nuevo elemento: el fraude también afectó las pruebas en el nivel Básico y se ha anunciado que al menos una profesora será sancionada. Antes, varias personas habían sido sometidas a la Justicia en San Cristóbal, por actos similares.

Con esta actitud se pone un ejemplo de lo que corresponde hacer cuando se denuncia algún acto fraudulento en alguna instancia pública. La autoridad competente se ha encargado de reunir las evidencias necesarias para poner el caso en manos de la Justicia. Al titular de Educación, Melanio Paredes, no parece haberle costado grandes esfuerzos descubrir el fraude de San Cristóbal y continuar indagando para comprobar si en otro ámbito de la enseñanza pudo haber ocurrido algo similar. El caso de las Pruebas Nacionales debe servir como imitable  ejemplo de transparencia.

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